Desmontando a los 'falsos finisher': la mentira de los desafíos extremos sin control

Puedes con todo, no tienes límites, que nadie te diga hasta dónde puedes llegar…Estoy cansado de escuchar continuamente este tipo de frases que en el fondo pueden hacer mucho daño a determinadas personas. He sido ciclista profesional durante años y ahora sigo pedaleando descubriendo nuevos retos alejados de lo meramente competitivo. El calendario está plagado de pruebas deportivas, cada fin de semana puedes encontrar alguna a tu medida: diferentes kilometrajes, dureza, exigencia, en cualquier lugar de España y también fuera de nuestras fronteras. Pero el mayor problema es saber cuál de estas se adapta a nosotros, a nuestro estilo de vida, a nuestro día a día, a nuestra salud. No todo vale y sí, tenemos un límite.

Es común encontrarte con amigos que se plantean triatlones de larga distancia, maratones, pruebas por etapas en bicicleta y todo ello aliñado con diferentes factores externos que no controlamos. Frío, calor, arena, tierra, barro, agua, noche… todo suma para hacer el reto más épico. En ocasiones elegimos el reto por su nombre, por el escalón social en el que este se encuentra. Como esto siga así estoy convencido que en el DNI además de nuestra fecha de nacimiento, habrá un espacio reservado para indicar qué retos deportivos hemos conseguido. En la élite del deporte no te planteas palabras como la de finisher, pero yo he entendido su significado en el deporte popular. He palpado y vivido qué cantidad de emociones y sentimientos puede contener esta palabra, que se ha hecho común en cualquier circulo social y que persiguen muchas personas.

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Para mí, recordemos que es un artículo de opinión, finisher no es el que termina o el que cruza la meta, como todos creemos. El finisher se construye mucho antes de terminar su reto, meses o incluso años antes de esa prueba que persigue. El finisher ha de estar rodeado de un buen equipo, al igual que el deportista profesional. Uno no puede estar en su casa tranquilamente y al ver algún mensaje cargado de mentira en redes sociales o algún reportaje en nuestro canal preferido de televisión, ponerse unas zapatillas o coger una bici para lanzarte a lo desconocido. Ha de buscar un preparador físico, profesional y esto no significa que por haber sido deportista de élite o llevar haciendo deporte toda tu vida te otorgue una titulación instantánea. Algunas y algunos se piensan que para entrenar a deportistas populares les basta con tener buenas marcas en pruebas, haber sido profesional o ser un apasionado del deporte. No pasa nada, para lo que van a hacer yo puedo ayudarles, si no son profesionales… claro y tú tampoco. Se creen capacitados para mandar series, trabajo de fuerza, de resistencia… sin tener ni idea, únicamente basándose en lo que ellos creen que es adecuado.

Busca un preparador titulado y no escatimes en dinero. Nos gastamos cantidades aberrantes en cascos, gafas, bicis, zapatillas y después no invertimos en nuestra propia salud. Busca un buen profesional médico para pasar una prueba de esfuerzo. Debes conocer como se encuentra tu corazón para esfuerzos máximos, cómo recuperas y cuales son tus parámetros de entrenamiento para que el preparador pueda trabajar en base a ellos. El médico es el único capacitado para decirte que puedes afrontar un reto, que tu salud es adecuada para ponerte a trabajar y entrenar con disciplina y compromiso. Recuerda, nadie más... por muchos seguidores que tenga en sus redes sociales. Realiza una prueba biomecánica si vas a montar en bici o estudio de pisada si te vas a poner a correr.

Opinión

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Ponte en manos de un nutricionista y no hagas dietas o tomes suplementos que has escuchado a alguien en el gimnasio o en la peluquería, contacta con el profesional adecuado. No todo son geles, barritas, batidos… también los bocadillos de jamón o los frutos secos te pueden llevar lejos. Asesórate para comprar material y no me refiero a foros, busca un mentor que pueda darte su punto de vista en este y otros aspectos. Un mentor deportivo que haya vivido y tenga la experiencia en retos como a los que tú te quieres enfrentar, te puede ayudar mucho. Todos hemos tenido mentores en nuestra vida, todos también hemos ejercido como tal. ¿Te das cuenta de la cantidad de personas que han de componer tu equipo? Si cumples con estos requisitos y cruzas la línea de meta sea en la posición que sea, con mucho tiempo perdido -pero seguro de que lo que has conseguido estaba controlado y supervisado por profesionales-, puedes considerarte un finisher.

Un reto deportivo aporta beneficios para el resto de tu vida, es algo que recomiendo a todo el mundo, te pueden hacer mejorar como persona. La satisfacción personal de conseguir lo que te habías propuesto, ayudar a otros a conseguirlo es impagable, indescriptible, necesita ser vivida y no contada. Pero da con el adecuado, no lo hagas por su nombre o porque todos lo hayan hecho. Ten respeto a las distancias y a las condiciones a las que te enfrentas. Cuidado con lo que lees y ves, no todo es cierto. Tú eres único, no te compares con nadie. El trabajo, la familia, la vida social, el estado emocional, el estado físico, el tiempo disponible para entrenar… no se puede apreciar o palpar en una foto con texto. Y no olvides que aunque hagas todo esto y no cometas ningún error, puede que no consigas lo que persigues. ¿Sabes por qué? Porque no podemos con todo, porque tenemos límites y porque a veces es bueno que el propio reto nos diga que no somos capaces.