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Patadas a Neymar: la peligrosa cacería a un burlón incomprendido
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Ulises Sánchez-Flor

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Patadas a Neymar: la peligrosa cacería a un burlón incomprendido

Se repite la historia con Neymar. Su estilo de juego provoca la humillación en los rivales. Le han vuelto a cazar. Recae de la lesión del pie y puede pasar por el quirófano

Foto: Neymar se duele después de una entrada en el partido entre el PSG y el Estrasburgo. (AFP)
Neymar se duele después de una entrada en el partido entre el PSG y el Estrasburgo. (AFP)

A Neymar se lo han vuelto a llevar por delante. Con tres patadas está en el hospital y corre el riesgo de volver a tener que pasar por el quirófano para intervenirle del quinto metatarsiano del pie derecho. La misma lesión que se produjo hace un año y le tuvo fuera de los terrenos de juego durante dos meses y medio. En esta ocasión ha sido 'atropellado' por un futbolista del Estrasburgo que se cebó con el brasileño por sentirse humillado. La historia se repite con Neymar: su estilo de juego, su forma de entender el fútbol y de competir provoca irritación en los adversarios. Sus regates –caños, sombreros…–, la forma de driblar, correr y frenarse para escapar o someter a su contrincante se interpretan como una ofensa. Un caso especial en un excelente futbolista que se repite cada cierto tiempo.

El precio que puede pagar con la recaída de la lesión en el pide derecho es elevadísimo si finalmente tiene que pasar por el quirófano. Al Paris Saint Germain y su entrenador –Thomas Tuchel– no le hace ninguna gracia que se pueda perder la eliminatoria de octavos de la Champions contra el Manchester United y, si es más grave el percance, lo que resta de temporada. Significa otro mazazo para el club que reventó el mercado convirtiendo al brasileño en el fichaje más caro de la historia del fútbol –222 millones de euros–. Una segunda lesión en el mismo pie se contempla como un drama en París. Para Neymar, el club y los aficionados.

Foto: Marco Asensio celebra el gol del triunfo en el partido que jugó ante el Espanyol en el Bernabéu. (EFE)

Neymar empieza a tener un problema serio y es para detenerse a pensar. Los que están a su lado –su padre, el entrenador, el presidente Al-Khelaifi, sus compañeros de equipo…– deberían hablar con él. La cuestión es hasta dónde tiene que llevar su filosofía futbolística cuando está en riesgo su salud. No es la primera vez que los rivales acaban ensañándose con el brasileño por sentirse ridiculizados con sus regates. El partido entre el PSG y el Estrasburgo, de la Copa de Francia, tuvo episodios de burlas y cacería. Llegó un punto en el que Neymar decidió que la mejor respuesta a su marcaje era abusar de la pelota hasta caricaturizar a sus oponentes. Cuando pierde la paciencia por todo lo que le pegan se envalentona y los partidos se convierten en una afrenta.

placeholder Los médicos atienden a Neymar del golpe en el pie derecho. (AFP)
Los médicos atienden a Neymar del golpe en el pie derecho. (AFP)

¿Fútbol o provocación?

Lo que sucedió ante el Estrasburgo sobrepasó los límites. Neymar sintió que su macaje era áspero. Se picó y su respuesta fue amagar con pegar un pelotazo a un rival, tirar caños hacia atrás cuando podía ir para delante… En definitiva, buscar las cosquillas. Las consecuencias fueron fatales. Tres regates a un mismo jugador acabaron en una tarascada. Apoyó mal el pie operado, los médicos le atendieron en el césped, se levantó y ya fue cojeando. Recayó de la lesión. Abandonó el Parque de los Príncipes llorando y directo al hospital. Hoy tiene en vilo al club parisino.

El debate se vuelve a abrir entorno al estilo de juego de Neymar. ¿Víctima o culpable?¿Es fútbol o provocación? ¿Hay que proteger al artista o es normal que los rivales sean duros porque se sienten humillados? Esta polémica la hemos vivido en España cuando era jugador del Barcelona y en la final de Copa del Rey, contra el Athletic, con el partido resuelto hizo un regate de ‘lambretta’. Una acrobacia que no gustó a los bilbaínos y se montó una tangana en el Camp Nou.

¿Son los regates de Neymar un espectáculo o simples acrobacias? En Francia sufre la agresividad de los rivales, como el Estrasburgo, por un estilo de juego que se considera como una falta de respeto. En el Mundial de Rusia acentuó su fama de teatrero o piscinero para converirse en el 'rey de los memes'. De Neymar se podría decir que es un jugador talentoso, diferente, deslumbrante y para disfrutar, pero quizás le falta madurar y entender los riesgos de este deporte como él lo entiende. Eso sí, su estilo de juego no justifica nunca la violencia del rival.

A Neymar se lo han vuelto a llevar por delante. Con tres patadas está en el hospital y corre el riesgo de volver a tener que pasar por el quirófano para intervenirle del quinto metatarsiano del pie derecho. La misma lesión que se produjo hace un año y le tuvo fuera de los terrenos de juego durante dos meses y medio. En esta ocasión ha sido 'atropellado' por un futbolista del Estrasburgo que se cebó con el brasileño por sentirse humillado. La historia se repite con Neymar: su estilo de juego, su forma de entender el fútbol y de competir provoca irritación en los adversarios. Sus regates –caños, sombreros…–, la forma de driblar, correr y frenarse para escapar o someter a su contrincante se interpretan como una ofensa. Un caso especial en un excelente futbolista que se repite cada cierto tiempo.

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