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El mejor sermón es un buen ejemplo: empujemos todos por el bien del rugby español
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El mejor sermón es un buen ejemplo: empujemos todos por el bien del rugby español

Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española de Rugby, contesta a las inquietudes y críticas sobre el actual momento que vive el deporte en nuestro país

Foto: Imagen del España-Portugal de rugby. (EFE/Víctor Lerena)
Imagen del España-Portugal de rugby. (EFE/Víctor Lerena)

Cuando el 25 de julio de 2020 el rugby español me renovó su confianza para seguir cuatro años más al frente de la federación que tengo el honor de presidir, lo primero que hice fue tender la mano a quien fue mi rival, que no enemigo, para trabajar juntos. No le reprocho que no lo hiciera, pero desde entonces la única noticia que he tenido de Juan Carlos Martín 'Hansen' fue el pasado domingo a través de una carta abierta en El Confidencial. Agradezco a este medio que me conceda el derecho de réplica y celebro que le permitiera expresar unas opiniones que respeto, pero con las que discrepo, principalmente porque considero que no están basadas en hecho reales, sino infundados.

Como máximo responsable del rugby español, siempre he intentado esquivar la polémica, pues considero que ésta no beneficia a nadie y en cambio perjudica a nuestro deporte. Entiendo que mi cargo conlleva estar expuesto a las críticas, las cuales quienes me conocen saben que acepto de buen grado si son constructivas. Sin embargo, después de muchos años teniendo que aguantar algunas deslealtades, casi siempre con el mismo remite, quiero aprovechar la ocasión que me brinda El Confidencial para contestar a Juan Carlos Martín y, por extensión, a quienes están detrás de una candidatura que veo que permanece latente y a la que sigo invitando a aportar soluciones y no solo a diagnosticar problemas.

placeholder Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española. (FERugby)
Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española. (FERugby)

Según 'Hansen', "en los últimos años, el mundo del rugby en España parece que está actuando de manera adecuada, o por lo menos así se nos transmite desde una federación conformista". Aunque al mismo tiempo reconoce que "las fichas van creciendo, el nivel de tecnificación ha subido y el rugby es reconocido como un deporte con potencial y con valores. Los presupuestos están equilibrados e incluso hay en el calendario algún que otro evento internacional con posibilidades de hacer un buen resultado". Si por conformismo entiende hacer las cosas con sensatez y responsabilidad, bienvenida sea su crítica y gracias por los halagos.

Sin embargo, no creo que sea cierto que la brecha del rugby español respecto al rugby mundial y al resto de deportes de equipo españoles "se hace cada vez más grande". Es posible que cuando Juan Carlos hace estas observaciones se centre en el XV masculino, una selección a la que no debería olvidar que una injusticia le privó de jugar el Mundial de 2019 y ahora tiene cinco partidos por delante para ganarse una plaza en el de 2023, de ahí que su carta tampoco la considere oportuna.

Además, al centrarse en el XV masculino parece que se olvida del rugby femenino, tanto del XV, donde nuestras Leonas han demostrado tener el nivel necesario para jugar el Seis Naciones, como el Seven, con nuestras chicas y chicos compitiendo un año más al máximo nivel, lo que nos permite pensar en estar en los Juegos, sin duda el gran objetivo de la modalidad olímpica de rugby, que logramos con ambas selecciones en Río 2016, lamentablemente no pudimos repetir en Tokio 2020 y estamos ultimando un ambicioso proyecto para no faltar en Francia 2024 y soñar con hacer algo grande en Los Ángeles 2028.

Comparto que "el rugby es el único gran deporte mundial de equipo en el que España no es una potencia". Esto es algo que debemos asumir, aunque si algo tengo claro después de estos años al frente de la FER es que para ser una potencia en rugby lo primero que necesitamos es la unión de todo el rugby español. Pero una unión de verdad, no con personas que anteponen sus intereses personales, hasta el punto de querer que algunos jugadores renuncien a ir con la Selección e incluso les incitan a hacerlo.

Decir que "cualquier persona que no entienda de rugby te va a decir que no estamos tan mal", "que para ser un deporte minoritario, bastantes ayudas tenemos y que para jugar cuatro pachangas hay un montón de campos de rugby por España" creo que refleja un desconocimiento de la realidad de nuestro deporte, además de generar confusión y no ser precisamente la publicidad que necesitamos. No somos un deporte minoritario, sino emergente, y desgraciadamente si algo nos faltan son precisamente campos, de ahí la importancia de estar cerca del fútbol e ir poco a poco llevando partidos a ciudades de toda España.

En cuanto a los últimos resultados deportivos, sobra decir que no eran los deseados, pero hay que analizarlos de manera individualizada y partiendo de la base de que nuestro deporte, por su idiosincrasia, es de los más complejos a la hora de lograr objetivos. Ya lo he comentado antes. Sabido es por qué el XV del León no estuvo en el Mundial de 2019, pero también lo cerca que estuvieron las Leonas XV de estar en el de 2021 que se disputará este 2022. En cuanto al Seven, tanto los Leones7s como las Leonas7s se quedaron a un paso de clasificarse para los Juegos de Tokio, pero siguen en las World Rugby Seven Series y aún pueden clasificarse para el Mundial de este año.

Y aprovecho que hablo del Seven para poner en valor que dos series mundiales se vayan a disputar estas dos próximas semanas en España, en Málaga primero y en Sevilla después. Gracias a la confianza de World Rugby, a la que estamos ayudando siempre que nos lo ha pedido, y al gran trabajo de Kiwi House, cuya implicación, compromiso y capacidad organizativa para mejorar el rugby español es digna de destacar. La iniciativa privada es imprescindible para ayudarnos a crecer. Ahí tenemos también el ejemplo de la Trinidad Alfonso. Sobre todo si se conjuga con el respaldo institucional de la Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid o la Junta de Castilla y León.

Claro que hablamos de aspiraciones, aunque considerar una "campanada" que las dos Selecciones de Seven estuvieran en los Juegos de Río y las Leonas7s también en el Mundial de San Francisco creo que no es justo con nuestros jugadores y entrenadores. Claro que también necesitamos cambios estructurales, en los que en estos momentos nos encontramos trabajando de lleno junto al Consejo Superior de Deportes y World Rugby. Evidentemente, mi gestión al frente de la FER podrá ser mejor, y ese es el gran objetivo después de haberla rescatado y saneado. Pero llegó la pandemia, a la que y me sorprende y lamento que 'Hansen' no haga mención en toda su carta, con los problemas que generó a todos, tanto desde el punto de vista deportivo como social y económico.

Agradezco que compartas que "el cambio debe ser exponencial y no lineal y por supuesto con todo el rugby español convencido y remando en la misma dirección". Ahora bien, esa "posición de superioridad de la federación" de la que hablas no solo no es cierta, sino que deja entrever mi gran preocupación: una ambición por convertirla en una federación de solo una parte del rugby español y no de todo el rugby español como es ahora, por mucho que a algunos no les guste.

En los criterios de elegibilidades no hay ningún oscurantismo, sino un trabajo tremendamente complejo que, por lo visto, desconoces o del que estás interesamente desinformado por quienes mienten a sabiendas del daño que hacen a nuestro rugby. Lo mismo que sucede con el tema de los seguros, sobre el que quiero pasar de puntillas para no tener que decir lo que no quiero, una vez más por el bien de nuestro rugby.

En cuanto a "la visibilidad de cómo se modifican los calendarios y fechas", vuelvo a lo mismo. No falta transparencia, pues todo se consensua con las partes implicadas, sino buena voluntad. Por ejemplo, para no jugar partidos de liga al mismo tiempo que la Selección. Sin olvidar las pocas fechas de las que disponemos, y no digamos en las circunstancias actuales con aplazamientos obligados por la pandemia, se trata de un esfuerzo común, no de imponer nada desde la FER, algo que desde luego no sucede.

Cuando 'Hansen' habla de "relación de equilibrio con los clubes y federaciones territoriales" parece que solo lo ve desde la óptica de estos y estas. Acusar a la FER de tener afán recaudatorio y de no "acompañar en la búsqueda de oportunidades conjuntas" es mezquino, además de rotundamente falso. ¿Acaso no está al corriente de la inversión que la FER está haciendo en materia audiovisual para dar visibilidad a la Liga de División de Honor tras llegar a un acuerdo con LaLigaSportsTV, así como al resto de competiciones con la nueva plataforma FERUGBYTV?

Y qué decir de "una persecución constante con multas y tasas, sin ningún tipo de apoyo tangible y real" o acusar de "sancionar o controlar para sacar un dineral por multas más que en ayudar". Vuelve a ser otro ejemplo de desinformación, preocupante para alguien que ha aspirado, e imagino que volverá a hacerlo, a dirigir todo el rugby español. Por cierto, siento que Juan Carlos se diera por aludido en mi reciente artículo. Sabe muy bien que no iba por él y que tampoco era un ataque "a los que se atreven a cuestionar el status quo llamándoles antipatriotas del rugby".

Foto: Imagen de un pasado partido entre España y Portugal. (EFE/Víctor Lerena) Opinión
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En cuanto a los planes de desarrollo estratégicos y centros de tecnificación, me limito a poner en valor el trabajo de los profesionales que están al frente de ellos, con menos recursos de los que nos gustaría. No, en la FER que yo presido no decimos, sino que hacemos, y solo lo comunicamos cuando lo hemos hecho. Una vez más, con toda nuestra buena voluntad y honestidad, aceptando que se podrá hacer mejor, pero difícilmente más, mientras no logremos ser lo que queremos y aspiramos a ser.

Todo el mundo es libre de dudar o cuestionar las medidas que se están tomando para impulsar el crecimiento del rugby, pero afirmar que "el número de fichas crece fundamentalmente por inercia y el trabajo de los clubes que representan el rugby social, lo que provoca que tengamos serias dificultades para atender a tanto jugador sin gente preparada" es hacer de menos el trabajo de mucha gente. Lo mismo que sucede con el estamento arbitral, del cual se nota que habla de oídas y al que evidemente también le faltan recursos, que el Comité Nacional de Árbitros suple con su encomiable compromiso de ayudar y siempre respetando las directrices de World Rugby. Desde que presido la FER, este estamento ha pasado a ser profesional con cuatro personas contratadas y tenemos más del doble de árbitros internacionales que cuando llegué.

Parece que cuando 'Hansen' habla de la "profesionalización de los modelos" y nos recuerda que "desde 1995 el rugby es un deporte profesional y no podemos pretender competir en los JJOO, World Series o clasificarnos para un Mundial sin una estructura 100% profesional", olvida cuál es la realidad de los clubes españoles, a quienes tanto debemos, pero que son los primeros a los que tanto les cuesta esa profesionalización. ¿O es que acaso no conoce los problemas de la Asociación Nacional de Clubes de Rugby, cuya aspiración de que la Liga de División de Honor sea profesional es loable y legítima, pero a día de hoy inviable?

Lo he dicho muchas veces: qué más quisiera yo que la DH pudiera independizarse y autofinanciarse. Mas, insisto, a día de hoy esto no es posible. Aún recuerdo cuando la Asocación decía que podía obtener un millón de euros para financiarse y al final lo único que provocó fue que perdiéramos los 180.000 que teníamos de Heineken para la retransmisión de la liga a la que daba su nombre.

Claro que nuestro rugby debe ser "atractivo para inversores y patrocinadores", aunque yo no llamaría "caridad" al dinero que nos asignan el Consejo Superior de Deportes o World Rugby. En España, salvo el fútbol, todos los demás deportes necesitamos la ayuda institucional, ya sea nacional o internacional. Ojalá tuviéramos una estructura mucho mayor, pero lo que yo nunca voy a hacer es prometer cosas que sé que no voy a poder cumplir. Las falsas promesas solo generan falsas ilusiones y, como consecuencias, mayores frustraciones.

Aunque reconozco que pueda ser un error por querer demasiado ambicioso, nuestra federación, la de todos y para todos, promociona el XV masculino, pero también el femenino y el Seven, tanto de chicas como de chicos. Cuidamos la alta competición, pero también la captación y el desarrollo. Desde fuera es fácil hablar de liderazgo y visión estratégica. Lo difícil es aplicarlas y lograr los éxitos que hemos logrado. No serán muchos, pero sí muy valiosos y valorados por quienes realmente saben lo que cuesta.

Sobra insistir en que uno de nuestros grandes problemas es la falta de campos, de ahí los problemas, no solo para llevarnos a las diferentes selecciones nacionales fuera de Madrid, sino incluso jugar en la propia capital. Nosotros no tenemos la culpa de que, por ejemplo, Zorrilla ya no tenga los soportes para colocar los palos de rugby. No es improvisación ni falta de planificación, se llama dependencia. De ahí la importancia del proyecto de la Ciudad del Rugby en la que estamos inmersos y la necesidad de la ayuda de las instituciones para lograr tener más campos.

Solo creando un buen producto podremos tener la visibilidad que nuestro rugby necesita. Lo sabemos, como también sabemos lo complicado que es lo segundo sin lo primero. El proyecto televisivo que hemos iniciado esta temporada con LaLigaSportsTV para la Liga de División de Honor, con el que hemos ahorrado a los clubes una importante cantidad de dinero, en breve también con Telemadrid para la Liga Iberdrola y la mencionada plataforma FERUGBYTV, son un primer paso, al tiempo que se siguen haciendo gestiones con otros operadores que pueden estar interesados en nuestro deporte. No descuidamos las relaciones con Televisión Española o GOL. Y en cuanto a la Copa, en breve habrá noticias. Comunicamos lo que somos y hacemos, no lo que nos gustaría ser y hacer.

Por último, es muy fácil hablar de que necesitamos una mayor representación internacional, pero a día de hoy nuestras relaciones, tanto con World Rugby como con Rugby Europe, son las mejores que pueden ser teniendo en cuenta las complejas circunstancias en las que nos vemos obligados a movernos. ¿Que podíamos tener más peso? Por supuesto, pero, como todo, nos lo tenemos que ganar en el campo y, como hemos hecho durante lo que llevamos de pandemia, demostrando nuestra capacidad para organizar grandes eventos.

"¿Quo vadis, rugby español?", se pregunta Juan Carlos Martín en su carta publicada en El Confidencial. Como la pregunta adecuada suele ser más importante que la respuesta correcta, le respondo con la pregunta que considero que debemos hacernos: ¿a quién le importa el rugby español? Quizás, deberíamos dejar de presumir tanto de nuestros valores y ponerlos más en práctica. Si de verdad queremos "devolver al rugby lo que nos aporta cada día y hacer que cada vez el rugby esté más presente en una sociedad que necesita este deporte y a sus miembros", lo primero que hay que hacer es jugar este partido juntos. No dudo de su deseo por el bien del rugby español, pero, puestos a empujar, hagámoslo todos en la misma dirección. Nos irá mejor y, sobre todo, le irá mejor al rugby español.


Cordialmente,

Alfonso Feijoo, presidente de la Federación Española de Rugby.

Cuando el 25 de julio de 2020 el rugby español me renovó su confianza para seguir cuatro años más al frente de la federación que tengo el honor de presidir, lo primero que hice fue tender la mano a quien fue mi rival, que no enemigo, para trabajar juntos. No le reprocho que no lo hiciera, pero desde entonces la única noticia que he tenido de Juan Carlos Martín 'Hansen' fue el pasado domingo a través de una carta abierta en El Confidencial. Agradezco a este medio que me conceda el derecho de réplica y celebro que le permitiera expresar unas opiniones que respeto, pero con las que discrepo, principalmente porque considero que no están basadas en hecho reales, sino infundados.

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