Nipones versus franceses, ¿quién dice la verdad sobre Fukushima?

Los temores de ayer se confirmaron y los vapores de hidrógeno del reactor número tres causaron otra explosión. Las últimas informaciones disponibles hacen referencia al reactor número cuatro, el cual, junto con el cinco y el seis, parecen que estaban parados en el momento del terremoto. Es decir, la reacción nuclear en cadena estaba suspendida, lo cual no quiere decir que el interior del reactor estuviese necesariamente inactivo.

Partes tranquilizantes por un lado…

Los últimos partes publicados por la compañía eléctrica acerca de los reactores 1, 2, 3 y 4 dicen exactamente lo mismo para todos: circuito de refrigeración del reactor apagado; nivel de agua estable; potencia eléctrica disponible en el exterior; no hay fugas de refrigerante en la vasija contaminante del reactor; la temperatura media se mantiene a 100ºC mediante el control de presión.  

Aparentemente tranquilizadoras. Sin embargo, el comunicado inmediatamente anterior anunciaba una fuerte explosión en el reactor número 4, en el que el techo del edificio del edificio se habría visto seriamente dañado. Se está investigando si hay radiaciones al exterior. No se mencionan las causas.

Cambio sustancial debido a que anteriormente este reactor, junto con el cinco y el seis, se consideraban bajo control y fuera de peligro. Parece que no es así. ¿Un incidente menor comparado con el resto de acontecimientos? ¿O algo importante, lo cual implicaría que no se ha contado (ni se cuenta) toda la verdad conocida acerca de estos tristes sucesos?

…pero el núcleo del reactor 2 se está fundiendo y ya está resquebrajado

Saliendo del Japón, y esto podría ser lo más tremendo si es cierto, según la Agencia Nuclear Francesa (ASN) en un comunicado, el reactor número 2 es el que se encuentra en estado más crítico: la fusión parcial del corazón del núcleo se habría confirmado entre otras cosas porque la refrigeración habría estado parada durante unas horas. Además, dos explosiones sucesivas habrían producido una degradación del sistema de confinamiento,  que estaría provocando un aumento de las emisiones radiactivas al exterior.

Según estas mismas fuentes, la fusión parcial de los núcleos de los reactores 1 y 3 habría comenzado. Aunque, afortunadamente, en este caso la integridad estructural de sus recipientes se mantendría intacta.

Esto confirmaría las declaraciones de su presidente de las que se hace eco la prensa. En las que el accidente sería más importante que el que ocurrió en la Isla de las Tres Millas en 1979. Mucho más allá de lo admitido por las autoridades japonesas. Pero menor que el de Chernóbil, lo cual es evidente. Porque los camaradas comunistas se ahorraron la mitad de la inversión, entre otras cosas al no construir sistemas de contención, con lo que buena parte del combustible radiactivo salió volando por los aires. Con lo que nada peor podía ocurrir. Cosa que aquí es imposible que pase, salvo cisnes negros, concepto tan de moda estos días en el circo financiero.

¿Quién tiene razón?

¿Será cierta la información francesa? Si es así, habrá que ir agarrándose los machos, esta vez sí. Porque la situación podría volverse de verdad catastrófica si el combustible nuclear se desparrama. Lo cual dependerá del estado de la fusión, de la calidad del confinamiento y la cimentación del edificio que alberga el reactor. Así como del tipo de terreno que haya debajo. Estando pegado al mar, mala pinta tiene la cosa. Porque podríamos pasar de tener un problema localizado, aunque trágico, a convertirse en uno disperso y difícilmente controlable.

Teniendo en cuenta que habitamos una jungla salvaje, y que la industria nuclear francesa es competencia: ¿Son declaraciones honestas? ¿Hay intenciones crematísticas o de cualquier otro tipo escondidas? O las autoridades japonesas están efectivamente ocultando información. Lo sabremos pronto.