El Observatorio
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¿Qué gran país lidera la desigualdad mundial?
Los flujos migratorios no se dirigen del país desigual al más igualitario sino al que mayor prosperidad per cápita genera a pesar de su mayor desigualdad
Decía Winston Churchill (y esta cita es de verdad) que “el vicio inherente del capitalismo es la distribución desigual de la prosperidad; y que la inherente virtud del socialismo es la igual distribución de miserias” (citado de 'The Wicked Wit of Winston Churchill', p. 26). Lo que entiendo quería decir el gran escritor y político británico es que no solo basta con analizar la igualdad o desigualdad, sino también la renta per cápita. Así, una sociedad muy pobre como en su momento podría ser Jamaica quizás fuera más igualitaria que la del Reino Unido, y otra también muy pobre como la India de la década de los 40 del siglo XX podría ser además de pobre, desigual. Sin embargo, los flujos migratorios no se dirigen del país desigual (Reino Unido, India) al más igualitario (Jamaica) sino al que mayor prosperidad per cápita genera (Reino Unido) a pesar de su mayor desigualdad.
Si nos fijamos en el siglo XXI podemos realizar paralelismos parecidos. Cuba dejó de reportar estadísticas de desigualdad en 1990. Asumamos por un momento que este país mantiene hoy en día “gracias” al comunismo niveles de desigualdad muy inferiores a los de los EEUU. ¿Nadan los norteamericanos hacia Cuba o el flujo es al revés? La respuesta, de nuevo, estriba en la renta per cápita, de unos 60.000 dólares en EEUU, frente a unos 9.000 en Cuba.
La medición de la desigualdad presenta diferentes metodologías. Una de las más conocidas es el indicador de Gini, que analiza la desigualdad de 0 a 1 (o de 0% a 100%), representando 0 una igualdad total y 1 una desigualdad total. La desigualdad se puede medir por ingresos (un 1 significa que un hogar genera todos los ingresos de un país, el resto de hogares no genera nada, un 0 significa que todos los hogares generan lo mismo), por riqueza (en este caso dan igual los ingresos, se mira quién tiene los activos de un país, un 1 indica que un hogar posee todos los activos de un país y así…) o por otros factores como el consumo.
En general los indicadores de desigualdad son mayores en riqueza que en ingresos, pero como mucha viene heredada, los economistas tienden a centrar su análisis en la distribución de la desigualdad de ingresos. La metodología suele siempre concentrarse en los ingresos después de impuestos y de transferencias sociales, para así reflejar el impacto redistributivo que el sistema fiscal puede representar. Por ejemplo, Francia presenta un nivel de desigualdad mucho más elevado antes que después de impuestos, ya que el país recauda alrededor de un 50% de su PIB en impuestos que recicla a través de su sistema social.
Pues bien, si analizamos las cuatro principales economías del mundo, EEUU, con un PIB de 21 billones de dólares (sobre un PIB mundial de 85 billones en 2020), China con uno de 15, la zona euro de 13, y Japón, con unos 5, y aplicamos los coeficientes de Gini de ingresos tras impuestos y transferencias obtenemos el siguiente resultado: EEUU 0,39, China 0,4, Japón 0,33, zona euro 0,30 (datos del Standardized World Income Inequality Database y de Eurostat):
Por lo tanto, China lidera la desigualdad de ingresos entre las grandes economías.
Puede sorprender estos resultados, ya que, intuitivamente, uno diría que, siguiendo la máxima de Churchill, un país que ha seguido un régimen comunista desde 1949 debería obtener coeficientes de Gini inferiores a los de un país capitalista por antonomasia como los EEUU. Siempre podría quedar el consuelo del PIB per cápita, pero si lo analizamos obtenemos que EEUU presenta los 60.000 dólares aludidos, la zona euro y Japón, aproximadamente unos 40.000 cada uno, y China, unos 10.000 (es cierto que los datos podrían suavizarse un poco si se computaran las siempre subjetivas paridades adquisitivas).
Como hemos expuesto en muchos artículos, la cuarta revolución industrial ha generado una dispersión de salarios que explica parte del aumento de desigualdad, sobre todo en los EEUU, pero hay que poner en relación esta mayor desigualdad con la mayor o menor generación de prosperidad en forma de renta per cápita.
Si realizamos un análisis dinámico, no estático, se podría aducir que la política comunista al menos debería ir en la dirección “correcta” de generar más igualdad. Pues bien, si nos fijamos en otra forma de analizar la desigualdad, en este caso la de 'riqueza', comparando el porcentaje de riqueza en manos del 10% más rico de un país frente al porcentaje en manos del 50% más pobre, tanto en EEUU como en China el 10% más rico posee dos tercios de la riqueza total del país, y el 50% 'más pobre' posee un 1,5% de la riqueza en EEUU y un 6% en China. En 2000 estos datos eran del 1,8% y del 14%. En otras palabras: la desigualdad de riqueza ha evolucionado a peor en China durante los últimos 20 años. Si miramos riqueza per cápita, China presenta unos 86.000 dólares, EEUU, unos 272.0001.
El cuarto trimestre de este año el Partido Comunista chino celebrará su XX Congreso. Su líder, Xi Jinping, ha enfatizado el último año el concepto de 'prosperidad común', alegando que su país no debe encaminarse en la dirección de desigualdad de los EEUU. Sin embargo, los hechos presentan una realidad muy distinta, y el inquietante interrogante, estriba en si la 'prosperidad común' conseguirá aumentar la igualdad a costa de disminuir la prosperidad según estalla la burbuja inmobiliaria y se da marcha atrás al concepto de “un país, dos sistemas” que tanta prosperidad (y desigualdad) paradójicamente ha generado desde la época de Deng Xiaoping.
En cierto modo, Churchill se equivocaba.
1Datos de este párrafo obtenidos de Mc Kinsey, 'The Rise of the Global Balance Sheet', 2021.
Decía Winston Churchill (y esta cita es de verdad) que “el vicio inherente del capitalismo es la distribución desigual de la prosperidad; y que la inherente virtud del socialismo es la igual distribución de miserias” (citado de 'The Wicked Wit of Winston Churchill', p. 26). Lo que entiendo quería decir el gran escritor y político británico es que no solo basta con analizar la igualdad o desigualdad, sino también la renta per cápita. Así, una sociedad muy pobre como en su momento podría ser Jamaica quizás fuera más igualitaria que la del Reino Unido, y otra también muy pobre como la India de la década de los 40 del siglo XX podría ser además de pobre, desigual. Sin embargo, los flujos migratorios no se dirigen del país desigual (Reino Unido, India) al más igualitario (Jamaica) sino al que mayor prosperidad per cápita genera (Reino Unido) a pesar de su mayor desigualdad.
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