Al Grano
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Geometría variable y mercado negro en la política nacional
Preocupa en Bruselas la ausencia del PP en un asunto de Estado (fondos de recuperación), mientras los extremistas (Vox y Bildu) van de serios y responsables
Se ve venir el cruce de pedradas en la campaña electoral de Cataluña. Los de Puigdemont contra los de Junqueras por fiarse del PSOE, ahora en la conjura político-judicial del Estado para enterrar el 'procés'. Eso en el campo independentista. En el españolista, los de Casado (Fernández) contra los de Sánchez (Illa) por fiarse de ERC, que acaba de meter a los presos en campaña por cuenta del tercer grado penitenciario.
Aunque el punto de surrealismo lo alcanzaremos en la embestida conjunta Partido Popular-Ciudadanos contra la "derechita cobarde" de Vox. Por hacer de salvavidas de Pedro Sánchez en la votación del decreto 36/2020 de 30 de diciembre de medidas urgentes para la ejecución de los fondos europeos de ayuda a la recuperación económica.
Claro que si hablamos de no blanquear a indeseables, por lo mismo que PP y Cs acusan a Vox de salvar a Sánchez se les puede acusar a ellos de unirse a los separatistas catalanes para derribarlo. Lógica aplastante.
Si se trata de no blanquear a indeseables, por lo mismo que PP y Cs acusan a Vox ellos pueden ser acusados de unirse a separatistas para derribarlo
Como se sabe, la norma fue convalidada gracias al apoyo de Bildu y la neutralidad de Vox. El Gobierno constitucional sale del apuro con la complicidad de dos fuerzas sediciosas. Ambas quieren reventar el Estado de las Autonomías. Una, de vuelta a la España una, grande y libre. La otra sueña con la Euskadi igual de una, grande y libre. El debate sobre si hubo trato previo o no es absurdo. Pues claro que lo hubo. Al menos en el caso de Bildu. Y en el de Vox, al menos hubo conocimiento previo de que sus 52 diputados iban a abstenerse.
Tras el recuento de votos en el Congreso, la vicepresidenta, Carmen Calvo, afeó la conducta del PP por volverse a comportar como "el partido de la destrucción" mientras agradecía el sentido de la responsabilidad de los partidos que habían hecho posible la convalidación del decreto ¿Bildu, partido responsable y PP antiespañol? No me extraña el desasosiego de Bruselas por el hecho de que, en ausencia del principal partido de la oposición en un asunto de Estado, el extremismo de derechas haya quedado de partido serio y responsable en el discurso de un Gobierno ya repoblado por el populismo de izquierdas.
Cuando la orografía electoral no genera mayorías sólidas, el "según y cómo" se convierte en principio inspirador de nuestra desquiciada clase política
Porque esa es justamente la sombra negra que planea sobre los jerarcas de la Unión Europea respecto al uso de los fondos de recuperación en un país que sufre su mayor pérdida de riqueza desde la guerra civil ¿Será posible que la capacidad de decisión sobre semejante volquete de millones acabe excluyendo a fuerzas políticas de la centralidad y quede condicionado por partidos de dudosa adhesión a un proyecto de Estado?
Así de casquivana se ha vuelto la política nacional a causa de la frágil peana parlamentaria sobre la que se asienta el poder de Sánchez. Si la orografía electoral no genera mayorías sólidas, coherentes, creíbles, bien avenidas, la llamada geometría variable se convierte en un mercado negro del "según y cómo".
Ese es el único principio inspirador de nuestra desquiciada clase política. Único, pero negociable, por supuesto, en el reino del tacticismo, las luces cortas, los favores debidos y los tratos inconfesados.
Se ve venir el cruce de pedradas en la campaña electoral de Cataluña. Los de Puigdemont contra los de Junqueras por fiarse del PSOE, ahora en la conjura político-judicial del Estado para enterrar el 'procés'. Eso en el campo independentista. En el españolista, los de Casado (Fernández) contra los de Sánchez (Illa) por fiarse de ERC, que acaba de meter a los presos en campaña por cuenta del tercer grado penitenciario.