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Así se preparó el éxito de Ayuso en 'El hormiguero'
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Pablo Pombo

Crónicas desde el frente viral

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Así se preparó el éxito de Ayuso en 'El hormiguero'

Guste o no guste, sea o no sea la erupción populista en el PP, lo que se ve es que va lanzada. La duda es si demasiado

Foto: Isabel Díaz Ayuso, en 'El hormiguero'. (Atresmedia)
Isabel Díaz Ayuso, en 'El hormiguero'. (Atresmedia)
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En cualquier cuartel general político, una cita con Pablo Motos se vive como una fecha para la alta competición. No hay escaparate mayor en el panorama mediático español. 'Prime time' y audiencia millonaria. Público intergeneracional y formato no político. Alto tirón en redes y dinámica desenfadada. Rango 1 en el calendario. Máxima prioridad.

Después de los debates electorales, este es el encuentro que más horas de trabajo requiere. Más que cualquier entrevista escrita, radiada o televisada. Más que la inmensa mayoría de hitos parlamentarios. Más que cualquier discurso partidario o mitin en campaña. Cualquiera que conoce un vestuario político sabe que lograr “un hormiguero” es jugar una final y que las finales se ganan, no se juegan.

Se ganan desde antes de empezar con un desempeño coral, como contaré aquí. Lo primero que se hace es bloquear la agenda del líder, se levanta lo que estuviese previsto para ese día —fuese lo que fuese—. Y se fija, al menos, una sesión específica de trabajo en la que habrá muy pocas personas, no más de cuatro. Mínimo tres horas sin ninguna distracción. Máximo rendimiento. Y, después, tiempo para descansar. Tarde bloqueada porque al campo se salta con suficiente descanso en el cuerpo y toda la frescura mental.

Cualquiera que conoce un vestuario político sabe que lograr "un hormiguero" es jugar una final y que las finales se ganan, no se juegan

Lo segundo que se hace es llamar al encargado de telegenia. Los asesores de imagen suelen ser menospreciados por los gabineteros, pero su conocimiento y su creatividad son fundamentales. Los espectadores procesamos mucha más información por el ojo que por los oídos.

El primer gol de Ayuso entró por ahí, cuando la entrevista no había ni comenzado, según entraba en el plató, saludaba a Motos y se sentaba. Esa chaqueta fue un acierto, cumplió una doble función: ellas la han buscado en la web de Zara —luego filtraron que era de allí— y ellos estuvieron todo el programa preguntándose qué demonios llevaría debajo. Elegante, sexi, moderna y diferente. La elección perfecta para un programa de entretenimiento. Espero que el especialista haya sido felicitado.

Mientras tanto, la pizarra. Sin duda, lo que más tiempo lleva. En la élite esto se hace dejando que transcurran bastantes horas desde que se borra todo lo anterior hasta que se escribe la primera letra. Lo profesional es ver el programa varias veces, esa es la responsabilidad de la segunda línea. Antes de poner en orden lo que se quiere decir, hay que ver lo que puede ocurrir. Y cubrirlo.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Motos puede empaquetarte en el marco “vosotros los políticos”. Sonriendo, puede estirar una debilidad tuya y convertirla en categoría que crucifique tu imagen para siempre delante de millones de españoles. Incluso puede echarte un reproche que el público perciba como regañina, apretarte de golpe. Todos esos escenarios deben estar apuntados. Las improvisaciones, querido lector, se preparan.

El central, el riesgo de que te genere una especie de abrazo del oso que te impide desplegar las alas, requiere que se fijen una serie de recursos para que el guion pueda cumplirse. Compendio de regates. Todo eso va de carril. Pero lo mollar es fijar el objetivo y trazar el plan. ¿Qué queremos fijar en la retina de los espectadores? En este caso, la impresión de una mujer libre, desacomplejada y, sobre todo, distinta. A esta no la van a parar sin más.

En clave de estrategia de comunicación, el gran acierto estuvo en haber orientado todo el trabajo no a emitir a la presidenta Ayuso, sino a que la persona Isabel transmita en alta definición. Es lo que ejecutó.

Presidenta, sabemos que empezará con la cuestión interna, el lío con Casado. Sepárate, Isabel, eso es política. Réstale importancia

Presidenta, sabemos que empezará con la cuestión interna, el lío con Casado. Sepárate, Isabel, eso es política. Réstale importancia. Interpreta tu incomprensión. Acabará en nada. Hay cosas más importantes en la vida. Por ejemplo, que la audiencia te perciba como un ser vivo, como una persona normal a la que pueden comprender, con la que pueden sintonizar. Cero riesgos. Despeja fuerte. Casado importa menos que hablar del bar de debajo de tu casa. ¿Quién no tiene uno?

Presidenta, sabemos que te buscará las cosquillas con Sánchez, es lo segundo más jugoso. Isabel, ahí verás un balón botando. No lo remates, bájalo al suelo y pásalo al sofá del público. Este no es un programa para confrontar. Vamos a sumar. Lo único que tienes que hacer es decirle al espectador exactamente lo que piensa. Es un narcisista y un mentiroso compulsivo. ¿Quién no lo cree? Basta con decirlo con naturalidad y la dosis justa de maldad. Suave pero con dientes. Esa sonrisa, eso es, perfecto.

Isabel, sabemos que no es la política, que es la persona. Sabemos que tu magnetismo viene de ahí. Y las personas conectamos emocionalmente, así que olvida todos los datos y abre todo el abanico emocional…

Foto: El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea. (EFE/J.J. Guillén)

Cuenta que todo te lo has tenido que currar. Menciona a tu familia. Cuando llegue la pandemia, que se te vea sufriente, casi a punto de llorar. Cuando la pelota se acerque al terreno de lo personal, no dudes en reírte de ti misma. Ninguno lo hace. Quitarse solemnidad, lo sabes por Esperanza, es la mejor manera de demostrar que estás a gusto en tu piel, que contienes seguridad en ti misma de verdad.

Acuérdate de colar lo de las redes sociales, eso sí. Los padres que aparcan a sus hijos en las tabletas digitales están preocupados. Nos votan. Acarícialos, que no se te olvide. ¿El juego con Motos? La música, por Dios, la música. ¿Quién no ha escuchado a los Hombres G, a Duncan Dhu y a los Héroes del Silencio? La magia está en que no haya truco. Cuando las familias canten mientras tú canturreas, sabrás que habrá caído la goleada. Y cayó, vaya si cayó. Récord histórico de audiencia.

Deslumbra ver a un jefe o a un cliente superando tus propias expectativas. Es como contemplar a un purasangre explotando sus mejores cualidades, haciendo la carrera perfecta. Ella ha podido hacerlo en este terreno, no pudo hacerlo en el debate electoral. Por ahora eso es lo de menos, queda horizonte por delante. Guste o no guste, sea o no sea la erupción populista en el PP, lo que se ve es que va lanzada. La duda es si demasiado. Y la incógnita el porqué.

En cualquier cuartel general político, una cita con Pablo Motos se vive como una fecha para la alta competición. No hay escaparate mayor en el panorama mediático español. 'Prime time' y audiencia millonaria. Público intergeneracional y formato no político. Alto tirón en redes y dinámica desenfadada. Rango 1 en el calendario. Máxima prioridad.

Pablo Motos