El cansancio y la placa

No conocí a Amparo Valle, una actriz que falleció el año pasado. Veo poco la tele y me pierdo muchas cosas. Como ahora he encontrado una frase suya, me he metido en internet y he visto que era una mujer con buena pinta y aspecto de maja.

Pinta y aspecto que quedan patentes con la frase que, cariñosa y divertida, dijo hace casi 20 años: "Cuando estás cansada, las cosas salen sin esfuerzo".

Ni sé si es la edad, o el cambio climático, o el aburrimiento que produce ver que, aparentemente, ni avanzo yo ni el mundo avanza. Pero, a veces, me contagia el cansancio negativo. No he dicho que me tiente dejarme llevar por el negativismo imperante, porque, en la censura de este artículo, mi mujer podría tachar ese palabro, poniendo, además, un par de admiraciones y otro de interrogaciones con un rotulador rojo.

Menos mal que, de vez en cuando, hay accidentes que animan la monotonía:

1. La llegada de Trump con su nuevo estilo (por llamarlo de alguna manera).

2. La amenaza del Reino Unido de irse de la Unión Europea, que va en serio, muy en serio.

3. La negativa de Pedro Balañá de organizar corridas en la Monumental de Barcelona, a pesar de que se lo han pedido las entidades taurinas catalanas.

4. El elegante paseo de Artur por Barcelona que le ha permitido llegar tarde a su juicio, saltándose todas las normas de la cortesía en la ciudad archivo de esa misma cortesía.

Me paro aquí y me doy cuenta de que hay muchos accidentes, y yo hablando de monotonía.

Lo que pasa, pienso yo, es que el ambiente me cansa. Quizá me cansa porque me desconcierta, porque cuando te encuentras a un matrimonio mayor, que no son politólogos, sino jubilados de un negocio familiar que heredaron de sus padres y ahora lo han pasado a sus hijos, cuando te los encuentras —por ejemplo, ayer noche— y te preguntan cómo ves la situación catalana y contestas que no la ves; y si la ves, no la entiendes; y si la entiendes, no te gusta, y si etc.

Y cuando te contestan que ellos tampoco, notas que te rodea una sensación de 'déjà vu', pero 'vu' ayer y antes de ayer y no hace un año, sino lo siguiente, frase que he aprendido de mis nietos y que a mi mujer no le gusta nada.

En estas, me tropiezo con Amparo: "Cuando estás cansada, las cosas salen sin esfuerzo".

Y recuerdo un azulejo que hay en la masía de unos amigos míos: "Els cansats fan la feina". Y le atribuyen a Napoleón la frase: "Las guerras se ganan con los soldados cansados".

Me doy cuenta de que la idea del aprovechamiento del cansancio, que, si lo haces bien, hace ganar batallas, es muy vieja. Por lo menos, de hace 300 años, cuando hicieron la masía de mis amigos. O de hace 200, cuando la dijo Napoleón. O de hace 20, cuando Amparo la adornó, diciendo que, con el cansancio, las cosas salen sin esfuerzo.

Me sorprende que todavía me sorprenda que me cueste hacer las cosas y que todavía me sorprenda la idea de aprovechar el cansancio.

Pero, hablando de monotonía y de cansancio y de accidentes, me encanta ver ramalazos de ilusión:

1. Ya sé que hay que hablar mal de Rajoy, pero me ha gustado mucho que, aprovechando la melé, se haya ofrecido a ser el enlace entre Estados Unidos y Europa y entre Estados Unidos y Latinoamérica.

2. Supongo que también hay que hablar mal del presidente de Bankia, que, en un alarde de agilidad, ha decidido pagar a toda prisa lo que debe y lo que no debe de las cláusulas suelo, quitándose un problema de encima. (Nota: 'lo que debe y lo que no debe' es una manera de hablar. Creo que este señor estará pagando lo que considera que debe).

3. Hay que hablar mal de Trump, aunque se lo está ganando a pulso. Pero nadie podrá decir que no le pone ilusión.

4. Hay que hablar mal de Pedro Sánchez, pero el día que salga a recorrer España será otro modelo de ilusión. (No sé si ha empezado ya).

5. Hay que hablar del Zaragoza, pero ganó al Huesca a punto de acabar el partido, jugando como siempre: rematadamente mal.

Ya sé que suben la luz y el petróleo y el gas y la inflación y que suben todos los impuestos que puedan subir y que las pensiones pierden poder adquisitivo y que la corrupción se extiende. Ya lo sé, pero si me dedico —si nos dedicamos— a quejarnos continuamente, no haremos nada útil y serviremos solo para ir al Congreso, y decir todo lo que hacen mal los demás, antes de echarnos la siesta, que nos la hemos merecido.

Si nos dedicamos a quejarnos continuamente, no haremos nada útil y serviremos solo para ir al Congreso y decir todo lo que hacen mal los demás

Y como esa corriente de la queja continua se extienda por toda Europa, que se está extendiendo, porque es mucho más fácil decir que no y es mucho más fácil destruir y es mucho más fácil decir que todos se equivocaron desde el principio y que la solución la tengo yo, porque soy mucho más listo que todos ustedes, Europa será un bello sueño que durante unos años a bastantes nos ilusionó.

Me apetece pedir la nacionalidad francesa por una temporada; luego la holandesa, durante otra temporada; luego la italiana...

Solo para votar no a Le Pen; no a su equivalente en Holanda, que no sé cómo se llama; no a Grillo...

Con el objetivo de que el día que me muera, en lo que quede de Europa, que algo quedará, pongan una plaquita en un pasillo que diga:

"Leopoldo Abadía

R.I.P.

Hizo lo que pudo"