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Día 40. ¿Golpe de Estado o confinar al lobo? Los verdaderos planes del Gobierno
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Día 40. ¿Golpe de Estado o confinar al lobo? Los verdaderos planes del Gobierno

Las opiniones sobre la gestión de la pandemia rompen el récord mundial de decibelios

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa, observa a Santiago Abascal. (EFE)
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, observa a Santiago Abascal. (EFE)

iHola. Soy Fulgencio Golperini, y usted no lo es.

Dice la OMS que es mejor vivir por debajo de los 85 decibelios. Para que se hagan una idea:

Sirena de policía: 100 decibelios.

Discoteca: 110 decibelios.

Martillo pilón: 120 decibelios.

Despegue de avión: 140 decibelios.

Su hijo le explota un petardo en el oído mientras duerme usted: 150 decibelios. Bofetada que mete usted a su hijo: 160 decibelios. Llantos de la criatura: 170 decibelios.

Opiniones sobre la gestión del coronavirus: 5.000 decibelios.

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

Golpista en serie

Vox ha dicho que el control informativo del Gobierno es el "inicio de un golpe de Estado". ¿Lo es? Igual piensa usted que sí. Pero si a usted no le han inquietado las palabras de Santiago Abascal, o incluso se las ha tomado un poco a cachondeo, quizá sea porque “las derechas han atribuido a Sánchez seis golpes de Estado desde que es presidente”. Seis.

Sale a asonada cada cuatro meses. Sánchez bate así el histórico récord mundial de Fulgencio Golperini, que en 1912 dio siete golpes de Estado en un mes en las Islas Caimancito, mítica república bananera. Golperini era un hombre de carácter: un día entró a tiros en el palacio presidencial y mantuvo una surrealista conversación con su mayordomo Néstor:

Fulgencio: ¡MUERTE AL PRESIDENTE TIRANO!

Néstor: Señor…

Fulgencio: ¿Sí?

Néstor: El tirano es usted…

Fulgencio: Ah, vale… Pues tráeme un zumito.

El día que Sánchez entre en el Congreso pegando tiros y gritando TODOS AL SUELO, nos vamos a reír


Pero no nos dispersemos. ¿Ha dado Sánchez seis golpes en dos años? Esto suena al cuento del lobo: tantas veces nos avisaron en falso de que venía el lobito, que cuando vino de verdad, nos pilló de parranda. El día que Sánchez entre en el Congreso pegando tiros y gritando TODOS AL SUELO, nos vamos a reír:

—¿Adónde vas disfrazado de guardia civil, Pedrito, al homenaje a Village People?

—¡Se sienten, coño!

—Baja el arma, figura.

Hay estadistas que lo primero que hacen al levantarse es leer los periódicos. Sánchez no. Sánchez te da un golpe de Estado, y luego ya se toma unos huevos revueltos con beicon, que es muy de desayunar fuerte.

Foto: Baile policial en Colombia. (EFE) Opinión

De hecho, acaba de llegar esta nota de prensa de Moncloa: "El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dará un golpe de Estado mañana en el Congreso de los Diputados. Horarios. 19:30: photocall. 20:00: asonada. 21:30: el presidente atenderá a los periodistas... en caso de que haya sobrevivido alguno".

Otro chiste: si lo que Vox pretende con estas arremetidas hiperbólicas es que el votante progresista cierre filas con el Gobierno, quizá lo esté consiguiendo, a juzgar por algunas encuestas positivas para el PSOE. O cuando tienes a tu rival colgado de un barranco, y en lugar de perdonarle o esperar a que la naturaleza siga su curso, le atacas violentamente… y te acabas cayendo tú por el precipicio.

Para dejar este artículo en lo más alto, vamos con otra conversación entre Fulgencio Golperini y su mayordomo. Palacio presidencial. Cuatro de la madrugada. Golperini llega borracho y es incapaz de meter la llave en la cerradura. Empieza a patear la puerta, a gritar y a pegar tiros al aire.

Fulgencio: ¡MUERTE AL PRESIDENTE TIRANO!

Néstor: Señor…

Fulgencio: ¿Sí?

Néstor: La puerta está abierta…

Fulgencio: Ah, vale… Pues tráeme un alka-seltzer, por dios.

Néstor: Enseguida, señor.

Fulgencio Golperini nombraría luego a su mayordomo mariscal de campo "por los servicios prestados a la patria"... Y Néstor se lo agradecería derrocándole con un golpe de Estado, pero esa ya es otra historia...

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iHola. Soy Fulgencio Golperini, y usted no lo es.