Berlusconi, Aznar y Orban, tres tenores incómodos en el congreso del PPE

En la calle Génova han empezado ya a prepararse para la celebración, los días 21 y 22 de octubre, del congreso anual del Partido Popular Europeo (PPE), en el que se espera que algunos de los principales líderes europeos arropen a Mariano Rajoy de cara a las generales de finales de año.

Después de que los "pesos pesados" (Sarkozy, Merkel, Juncker) hayan confirmado su presencia, lo que preocupa no es que falte gente, sino que sobre. El más incómodo de los potenciales asistentes sería Silvio Berlusconi, que a fecha de hoy sigue siendo presidente de Forza Italia y que, a pesar de sus problemas en los tribunales, no tendría impedimentos legales para viajar. Todo parece indicar que no se quiere perder el convite y, por los horarios que se manejan, podría acabar coincidiendo en alguna foto con la melena rubia de Cristina Cifuentes.

También inquieta la posibilidad de que se persone en el Palacio de Congresos del IFEMA José María Aznar, en calidad de presidente honorífico del PP o de FAES. Asusta su capacidad para generar ruido y atraer focos, aunque anida la esperanza de que se limite a hablar de populismos caribeños y no manifieste opiniones sobre su propio partido como hizo a principios de semana. El expresidente del Gobierno se siente muy cómodo en la arena europea, donde no solo ha mejorado su inglés sino que ha cultivado sus contactos, por lo que su presencia se antoja más que probable.

De lo que no se van a librar los líderes europeos es de aparecer en alguna foto con Viktor Orban, el primer ministro húngaro, cuya gestión de la crisis de los refugiados es solo la última de una larga lista de decisiones que avergüenzan a muchos de sus compañeros europeos.

En el PP se da también por cierta la renovación del mandato del español Antonio López-Istúriz como secretario general del Partido Popular Europeo, un cargo que ostenta desde 2002.