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Abengoa amarga a sus trabajadores hasta con la felicitación de Navidad
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Abengoa amarga a sus trabajadores hasta con la felicitación de Navidad

La felicitación navideña de Abengoa ha soliviantado todavía más los ánimos de su plantilla, que sufre retrasos en las nóminas y una incertidumbre absoluta sobre el futuro de la compañía

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Cuando uno empieza a cobrar la nómina con retraso, su empresa se declara en preconcurso de acreedores y lee en la prensa a diario noticias tan preocupantes como que la opción que favorecen los bancos es el concurso y la eventual liquidación, lo que espera que la empresa le dé una explicación de qué ha pasado, por qué y qué cabe esperar de ahora en adelante. Pero en vez de eso, los trabajadores de Abengoa han recibido de la compañía... la felicitación de Navidad.

"Para la cúpula no debe de haber crisis. La empresa se hunde y el único comunicado que recibimos es la típica felicitación navideña diseño Abengoa", se queja un trabajador de la compañía sevillana de ingeniería y energía renovable. La empresa exlica que ha habido reuniones con los representantes de los trabajadores, pero no han servido para aclarar su futuro ni tampoco ha habido una comunicación desde la cúpula al conjunto de los empleados, a pesar de la gravedad de la situación de la empresa.

En esa tesitura, un "Felices fiestas y próspero año 2016" a algunos les suena a cachondeo y, en general, ha sentado bastante mal entre la tropa de la única gran empresa industrial de Andalucía. Otros han querido ver un acto de contrición subliminal, puesto que la imagen elegida este año para ilustrar la felicitación es el cuadro 'San Pedro penitente de los Venerables', de Murillo.

En todo caso, poca penitencia les parece a los trabajadores, si bien la antigua cúpula que ha llevado a Abengoa al borde del abismo puese estar al inicio de un verdadero via crucis. La semana pasada, la Audiencia Nacional admitió una querella contra el anterior presidente, Felipe Benjumea, y el consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, y les impuso una fianza de 16 millones, la cantidad que percibieron como indemnización al abandonar la empresa -y que también genera el inevitable agravio comparativo con la plantilla-.

Sea como fuere, los empleados de la que fue en tiempos enseña de la I+D 'made in Spain', capaz de codearse con el mismísimo Obama, se ajustan el cinturón de cara a un 2016 que pinta más oscuro que el carbón que dejan los Reyes Magos a los niños malos. Y es que la empresa ha reconocido que ya han comenzado los recortes de plantilla y los bancos sólo le han facilitado liquidez para pagar las nóminas hasta la fecha en que debe declarar el concurso si no hay acuerdo con los acreedores, en marzo del año nuevo.

Cuando uno empieza a cobrar la nómina con retraso, su empresa se declara en preconcurso de acreedores y lee en la prensa a diario noticias tan preocupantes como que la opción que favorecen los bancos es el concurso y la eventual liquidación, lo que espera que la empresa le dé una explicación de qué ha pasado, por qué y qué cabe esperar de ahora en adelante. Pero en vez de eso, los trabajadores de Abengoa han recibido de la compañía... la felicitación de Navidad.

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