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Una orden de detención vs. un parte médico
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Una orden de detención vs. un parte médico

En plena operación Titella, cuatro guardias civiles se encontraron con que la mujer a la que debían detener había sido diagnosticada de covid-19 un día antes

Foto: Imagen de archivo de un test de covid-19. (Reuters)
Imagen de archivo de un test de covid-19. (Reuters)

Madrugada del 29 de junio. Arranca la operación Titella, los principales implicados van cayendo y las portadas de los medios de comunicación se hacen eco de la detención de José Luis Moreno. Entre los agentes que participan en el dispositivo, cuatro guardias civiles cuya misión pasa por arrestar a Tatiana L., una mujer rusa a la que se investiga por "crear sociedades pantalla carentes de actividad" para solicitar préstamos bancarios. Los agentes se presentan en su casa a las ocho de la mañana y, cuando están a punto de ponerle las esposas, una frase les detiene en seco: "Comunica a los agentes actuantes que ha sido diagnosticada de covid-19 en el día de ayer".

El suceso se refleja en una diligencia que consta en el sumario de la operación, al que ha tenido acceso El Confidencial. Entre informes policiales y escritos del juez Ismael Moreno, este documento apenas tiene valor para la investigación, pero muestra el tipo de situaciones a que se enfrentan las fuerzas de seguridad durante la pandemia: por un lado, la orden del magistrado de detener a Tatiana L. y, por otro, un parte médico que sostiene que "debe permanecer aislada en su domicilio".

"Por encontrarse la detenida Tatiana L. contagiada y al tener domicilio conocido (...), el instructor acuerda la puesta en libertad"

Con ambos documentos sobre la mesa, los agentes remitieron el 29 de junio un oficio a la Audiencia Nacional en el que explicaban al juez el dilema: "La misma aporta un parte médico en el cual se observa que efectivamente le han diagnosticado positivo de infección leve de covid", argumentan. "Es por ello que se informa a su señoría que, salvo que nos indique lo contrario, se va a proceder a su puesta en libertad y se entregarán las oportunas diligencias en el Juzgado Central número 2 de Madrid".

El juez no pone objeción alguna y, a las 11:21, Tatiana L. queda en libertad. El motivo que recoge la diligencia es obvio: "Debido a las medidas de protección del protocolo covid-19, por encontrarse la detenida Tatiana L. contagiada y al tener la detenida domicilio conocido, no temiendo que haya de sustraerse a la acción de la Justicia, el instructor de las presentes acuerda la puesta en libertad". Entre orden de detención y parte médico, pesa más el parte médico, pero a los guardias civiles aún les quedaba un último cometido: redactar un informe sobre el registro de la casa de Tatiana L., fotografiar el Range Rover 5.0 V8 que tiene en el garaje y llevarse sus llaves a comisaría.

Madrugada del 29 de junio. Arranca la operación Titella, los principales implicados van cayendo y las portadas de los medios de comunicación se hacen eco de la detención de José Luis Moreno. Entre los agentes que participan en el dispositivo, cuatro guardias civiles cuya misión pasa por arrestar a Tatiana L., una mujer rusa a la que se investiga por "crear sociedades pantalla carentes de actividad" para solicitar préstamos bancarios. Los agentes se presentan en su casa a las ocho de la mañana y, cuando están a punto de ponerle las esposas, una frase les detiene en seco: "Comunica a los agentes actuantes que ha sido diagnosticada de covid-19 en el día de ayer".

José Luis Moreno Audiencia Nacional
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