Urdangarin apenas ve la luz del sol en su primer verano en libertad (pero luce moreno)

Iñaki Urdangarin ha vuelto este verano al coqueto enclave marinero de Bidart, en el País Vasco francés, tras pasar cerca de tres años en prisión. El cuñado del Rey disfruta de tranquilos días de descanso rodeado de su extensa familia en la casa que su madre, Claire Liebaert, posee junto al bonito arenal de la costa francesa, a unos 30 kilómetros de la frontera de Irun. A las discretas vacaciones familiares, además de su mujer, Cristina de Borbón, se le ha sumado su cuñada, Elena, quien mantiene una estrecha relación con el clan Urdangarin.

El Diario Vasco ha retratado esta semana las cotidianas escenas de playa del extenso grupo, una familia más sobre la arena. En la fotografías se aprecia que el exjugador vasco de balonmano ha recuperado su figura atlética e incluso presume de bronceado. Y esto es algo digno de reseñar porque en la cornisa cantábrica apenas ha salido el sol este verano, el más lluvioso de los últimos años. Pero a Iñaki Urdangarin sí le ha cundido.

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Silvia Taulés

El exduque de Palma obtuvo el tercer grado en enero, duerme en casa desde junio y ha recibido el permiso del juez para viajar al extranjero en estos días de parón estival. La última vez que los Urdangarin-Borbón volvieron al completo a Bidart fue en 2017, antes de que Iñaki ingresara en prisión, el 18 de junio de 2018, condenado a cinco años y 10 meses de cárcel por delitos de corrupción en el caso Nóos.