La 'suerte' de las cafeterías vinculadas a los Franco

El Gobierno parece no acertar con las adjudicaciones de ‘sus’ cafeterías. Dulcinea Nutrición, empresa estrechamente vinculada a la familia Franco y que llevaba el servicio de restauración de la Moncloa hasta que trascendieron sus deudas de impuestos, acumula una larga lista de incumplimientos en la gestión de estos establecimientos ubicados en edificios públicos. Una dinámica que, curiosamente, no impidió que se pudiese presentar, e imponerse, en los distintos concursos públicos que convocaba la Administración central.

El de la cafetería del Palacio de la Moncloa no ha sido el único contrato roto. Previamente, se rescindió uno para suministrar la comida a los inmigrantes que se encontraban en el CETI de Ceuta por no abonar las nóminas a los trabajadores. Este también fue el motivo que llevó a los empleados de las residencias militares de Málaga a movilizarse, por lo que el sindicato CSIF pidió al Ministerio de Defensa que diese por extinguida su relación con la firma.

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Lo extraño de este caso es que Dulcinea Nutrición, tras una etapa anterior también marcada por numerosos problemas de impagos de salarios, volvió a obtener la adjudicación del servicio pese a sus antecedentes. Una circunstancia que no la ha penalizado a lo largo de su trayectoria.