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La sociedad civil le tiene ganas a Sánchez (o eso dicen en el Casino)
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Ángeles Caballero

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La sociedad civil le tiene ganas a Sánchez (o eso dicen en el Casino)

Señores con traje y corbata y señoras rubias con bolso bueno en un nuevo bolo de los expresidentes González y Aznar. De nuevo juntos

Foto: Los expresidentes Felipe González (i) y José María Aznar (d), este jueves en Madrid en el congreso 'Repensar España: una aportación desde la sociedad civil'. (EFE)
Los expresidentes Felipe González (i) y José María Aznar (d), este jueves en Madrid en el congreso 'Repensar España: una aportación desde la sociedad civil'. (EFE)

Si es cierto eso de que cuando te pitan los oídos es porque están hablando mal de ti, este jueves por la mañana Pedro Sánchez ha tenido que estar molestísimo. Le han atizado Felipe González y José María Aznar, también Juan Luis Cebrián. No le han nombrado, pero no fue necesario saber que los azotes iban dirigidos a él. Como tampoco hacía falta ser muy lista para saber que el 99,9% de los congregados este jueves en el Casino de Madrid para participar en el primer ‘Congreso de la sociedad civil’ tampoco tienen en alta estima al presidente del Gobierno.

Una sociedad civil en la que, si nos atenemos a los asistentes, no hay hueco para la izquierda, aunque los organizadores aseguraron que hicieron gestiones para que acudiera alguien del actual Gobierno central. Tampoco parece haber sitio para los menores de 45 años. Edadismo, pero a la inversa. Puro frenesí.

Foto: Felipe González, con Juan Roig y Ximo Puig en Valencia. (EFE)

El salón principal del Casino estaba repletísimo a primera hora de la mañana de una jornada que reunía a 130 ponentes, más que diputados del PP y Ciudadanos juntos. Muchos señores con traje y corbata, muchas señoras rubias y con bolso bueno. Debe ser el uniforme de la sociedad civil. Todos esperando a que se hicieran carne y hueso, en un nuevo bolo juntos, los dos expresidentes del Gobierno. González y Aznar se me hacen un poco los Sabina y Serrat de la política. Hace ilusión verlos juntos, pero quizá deberían ir pensando en la retirada.

placeholder Aznar (2i) y González, acompañados de sus respectivas esposas, Ana Botella (i) y Mar García Vaquero.
Aznar (2i) y González, acompañados de sus respectivas esposas, Ana Botella (i) y Mar García Vaquero.

Sobre todo porque cada vez piensan más parecido. Aznar volvió a darnos la turra con lo de que la democracia liberal está en peligro, bromeó con Felipe para hacerse el cercano y citó un libro en inglés, la misma fórmula que las últimas 27 veces que lo hemos visto. Tiene “razones para estar preocupado”.

Una sociedad civil en la que, si nos atenemos a los asistentes, no hay hueco para la izquierda. Tampoco parece haberlo para los menores de 45 años

Alternó este jueves en su discurso dos tonos de voz muy distintos: a veces engolaba como solo sabe hacerlo Sánchez y a veces se atropellaba como solo sabía hacerlo Antonio Ozores. En medio, alertó de las consecuencias que supone que la ciudadanía pierda la fe en las instituciones.

"Creo que contribuí a mejorar lo que me encontré", afirmó González. Y Aznar, claro, asentía. No tanto por estar de acuerdo con él, sino porque también cree que antes de él todo era un erial y después también. "Los políticos andan hoy con la navaja en la boca. No tiene sentido mezclar conceptos como el techo de gasto o los Presupuestos de la Comunidad de Madrid con otros problemas", dijo el inquilino de la Moncloa durante 14 años.

"Descentralizar no es lo mismo que centrifugar el poder […] conviene desdramatizar, lo cual no implica que no esté preocupado […] si se reforma la Constitución, que quede bien claro el precio político a la deslealtad", añadió. Y citó la brillantez de uno de los documentos de la Fundación FAES. A punto estuvo el marido de Ana Botella de levantarse y darle un beso de tornillo.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado, y el expresidente José María Aznar. (EFE) Opinión

¿Y la mesa del miércoles? González recordó su apuesta por el diálogo. “Pero tú y yo no lo habríamos hecho”, interrumpió Aznar. “¡Yo no habría hecho tantas cosas!”, respondió Felipe. Y las risas. Y el público, claro, entregadito a la jocosidad y al constitucionalismo.

González y Aznar se me hacen un poco los Sabina y Serrat de la política. Hace ilusión verlos juntos, pero quizá deberían ir pensando en la retirada

Mientras los expresidentes del Gobierno bajaban las escaleras y pisaban la mullidísima alfombra del Casino, acompañados de sus esposas, los asistentes peleaban por un café como la verdadera sociedad civil por las ofertas de Lidl. Fue entonces cuando llegó Juan Luis Cebrián para participar en una mesa redonda titulada: 'España, una gran nación. ¿Qué pasa y por qué nos pasa?'.

El exconsejero delegado de Prisa aparenta, como diría el periodista Miguel Mora, "tener el hambre descansada". Se mostró optimista, citó a Aznar, criticó a los nacionalismos por estar construidos contra los demás, también le echó un poco la culpa de todo al capitalismo.

"Es importante la fortaleza de una sociedad civil fragmentada, plural, abierta", afirmó ante un auditorio clonado en lo físico y en lo ideológico. O serán mis prejuicios.
Sobre esa cursilada llamada agenda del reencuentro, el académico de la RAE recurrió al sarcasmo al sentirse muy tranquilo porque en el comunicado conjunto se habla de garantizar la seguridad jurídica. “Conviene recordar que esa seguridad jurídica depende de los legisladores y de los tribunales”, señaló.

A Pedro Sánchez, a estas horas, le siguen pitando los oídos. Es información, no son prejuicios.

Si es cierto eso de que cuando te pitan los oídos es porque están hablando mal de ti, este jueves por la mañana Pedro Sánchez ha tenido que estar molestísimo. Le han atizado Felipe González y José María Aznar, también Juan Luis Cebrián. No le han nombrado, pero no fue necesario saber que los azotes iban dirigidos a él. Como tampoco hacía falta ser muy lista para saber que el 99,9% de los congregados este jueves en el Casino de Madrid para participar en el primer ‘Congreso de la sociedad civil’ tampoco tienen en alta estima al presidente del Gobierno.

José María Aznar Juan Luis Cebrián Ciudadanos RAE