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La sombra de Aznar y FAES se alarga cada vez más sobre el PP de Pablo Casado
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Alberto Pérez Giménez

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Alberto Pérez Giménez

La sombra de Aznar y FAES se alarga cada vez más sobre el PP de Pablo Casado

Casado ha colocado a vocales de FAES y aznaristas en todo el entramado más sensible del PP: el grupo parlamentario, su Gabinete, la Comunidad de Madrid, el Grupo Europeo...

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado, y el expresidente José María Aznar. (EFE)
El presidente del PP, Pablo Casado, y el expresidente José María Aznar. (EFE)

"El PP, lo que tiene que hacer es no disfrazarse y no renegar del pasado". Pablo Casado sentenciaba así su cara a cara con José María Aznar en el debate de hace menos de un mes 'España ante el cambio de régimen', organizado por la Universidad Francisco de Vitoria. Instantes antes, el expresidente del Gobierno había culpado a los gobiernos de Mariano Rajoy y a la labor de Ciudadanos de propiciar la debacle en el centro derecha y alimentar el nacimiento de Vox por la "falta de contundencia" ante el desafío nacionalista en Cataluña. "Tienes que hacer oposición como si Vox no existiera", le acabó recomendando Aznar a su alumno aventajado.

Casado lleva tomando nota de los consejos de Aznar desde mucho antes de que ganara las primarias del PP a Soraya Sáenz de Santamaría en julio de 2018. No en vano, y recomendado por Esperanza Aguirre, el actual líder del PP trabajó en FAES. Y desde que ganó a la todopoderosa mano derecha de Rajoy, la influencia de Aznar y de su 'think tank', la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), no ha hecho más que crecer en el partido. El último ejemplo del aznarismo es el fichaje de Carlos Iturgaiz, quien fuera presidente del PP vasco durante el secuestro y asesinato a manos de ETA de Miguel Ángel Blanco, con José María Aznar en la Moncloa y Jaime Mayor Oreja en el Ministerio del Interior.

La influencia de Aznar y su fundación en el PP de Pablo Casado es tal que solo hay que echar un vistazo al patronato actual de la fundación aznarista:

Cayetana Álvarez de Toledo, una de las figuras que más pasiones encontradas levanta dentro del partido y enemiga declarada del sorayista ya defenestrado Alfonso Alonso, es vocal de FAES. Allí llegó en 2012 como directora del Área Internacional. Hoy es la portavoz del Grupo Popular en el Congreso y principal impulsora de la fórmula España Suma caiga quien caiga. Ayer, se mostraba exultante: "Carlos Iturgaiz es una de las personas por las que hace 14 años me afilié al Partido Popular". Miembros del PP vasco hoy caídos en desgracia la responsabilizan de "no entender cómo está el País Vasco" y la culpan de haber "maltratado" al PP regional.

Los sorayistas han sido su objetivo principal, y antes que Alonso abandonó Borja Sémper su cargo en el Ayuntamiento de San Sebastián. Alegó un cambio de rumbo en su vida —marchó a la empresa privada—, pero a nadie se le escapa que desde Génova se impuso a su principal rival como cabeza de lista al Congreso en las elecciones del 10-N. No salió, por cierto. Ahora la duda es si continuará Iñaki Oyarzábal, que iba a ser el director de la campaña de Alonso.

La influencia de Aznar y FAES en el PP de Pablo Casado es tal que solo hay que echar un vistazo al patronato actual de la fundación aznarista

Javier Fernández Lasquety: otro vocal de la FAES. Jefe de Gabinete de Pablo Casado desde diciembre de 2018 hasta que entra como hombre fuerte y consejero de Hacienda de Isabel Díaz Ayuso, la apuesta personal de Pablo Casado para las elecciones autonómicas. Lasquetty se crio políticamente en el Gabinete de Aznar de 2000 a 2004 y fue secretario general de FAES hasta 2007. También fue consejero de Esperanza Aguirre.

Alfredo Timmermans. Es el aznarista y vocal de FAES más recientemente repescado por Casado. El que fuera subsecretario del Gabinete de Aznar de 2000 a 2002 y secretario de Estado hasta 2004, acaba de ser nombrado por Cayetana Álvarez de Toledo su jefe de Gabinete. Curiosamente, sustituye en el cargo a Pilar Marcos, que pasa a encargarse del área de Ciudadanía y Libertades del PP en el Congreso y que también está ligada a FAES, donde fue su directora de Publicaciones.

Gabriel Elorriaga. Otro de los ilustres vocales de FAES y uno de los mayores críticos del marianismo y el sorayismo en el PP. Subdirector del Gabinete de Aznar, rompió con Rajoy abiertamente en el congreso del partido en 2008. Recuperado por Casado y por Cayetana Álvarez de Toledo, es el actual jefe de Asesoría Parlamentaria del Grupo Popular en el Congreso.

Javier Zarzalejos. El director general de FAES desde 2012 y mano derecha de Aznar en la Moncloa durante sus dos mandatos, ejerciendo como secretario general de la Presidencia, fue elegido por Casado para integrarse en las listas al Parlamento Europeo en 2019 en puestos de salida, no como Carlos Iturgaiz, que iba en el puesto 17 de 20. Entonces, Iturgaiz, dolido, decidió retirarse —seguro de que no tenía posibilidad alguna de salir— y abandonar la política activa. Ayer era presentado como el "referente" del PP en el País Vasco. En su caso, su aznarismo y la cercanía con referentes populares como María San Gil o Mayor Oreja han sido suficientes para borrar el apoyo que dio a Soraya Sáenz de Santamaría y a Alfonso Alonso en las primarias del PP que acabó ganando Casado.

FAES apostó por Casado en las primarias. Entonces, su editorial acusó de "arrogantes habituales" a quienes contestaban la apelación de Aznar de que era necesario "reconstruir el PP"

Fuera del patronato de FAES, pero igual de cerca de Aznar, no hay que olvidar a Miguel Ángel Rodríguez, el flamante y polémico jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, o a Pablo Hispán, actual jefe de Gabinete de Pablo Casado y forjado en FAES de 2001 a 2003.

Casado ha colocado a vocales de FAES o a gente del universo Aznar en todo el entramado más sensible del PP: el grupo parlamentario, su Gabinete, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el Grupo Europeo... No ha podido hacer nada en Galicia —Feijóo es mucho Feijóo—, pero sí ha dado un escarmiento en el País Vasco que, en teoría, servirá para futuras batallas. FAES apostó por Casado en las primarias de 2018. Entonces, un editorial de la fundación acusó de "arrogantes habituales" a quienes contestaban la apelación de Aznar de que era necesario "reconstruir el PP". Hubo un político, que apoyaba a Soraya, que le acusó de estar "fuera de la realidad". Era Alfonso Alonso. Hoy, el que está fuera es él, y los aznaristas y la FAES, cada vez más dentro.

"El PP, lo que tiene que hacer es no disfrazarse y no renegar del pasado". Pablo Casado sentenciaba así su cara a cara con José María Aznar en el debate de hace menos de un mes 'España ante el cambio de régimen', organizado por la Universidad Francisco de Vitoria. Instantes antes, el expresidente del Gobierno había culpado a los gobiernos de Mariano Rajoy y a la labor de Ciudadanos de propiciar la debacle en el centro derecha y alimentar el nacimiento de Vox por la "falta de contundencia" ante el desafío nacionalista en Cataluña. "Tienes que hacer oposición como si Vox no existiera", le acabó recomendando Aznar a su alumno aventajado.

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