El yoyó de las primarias socialistas

En la Conferencia Política que el PSOE celebrará el mes próximo se hablará no sólo de las primarias abiertas para elegir a su próximo candidato presidencial, sino también de la elección del secretario general del partido mediante el voto directo de sus militantes. Aunque esta posibilidad fue desechada en el último congreso, la dirección que encabeza Alfredo Pérez Rubalcaba ha asumido que no puede dejar de “reconocer que sigue existiendo un debate sobre esta posibilidad”, aunque “con posiciones contrapuestas”.

“Hay quienes sostienen que si quienes no militan en el PSOE van a poder elegir al candidato, parece lógico que los que sí militan en el partido puedan elegir directamente con su voto a su secretario general”, se justifica en el apartado orgánico, redactado por el secretario de Organización, Óscar López, del documento elaborado por la Ejecutiva como base para los trabajos de la Conferencia.

De prosperar este planteamiento, implicaría un cambio en profundidad de toda la cultura organizativa del PSOE ya que, como se anticipa en ese texto, “obligaría a revisar muchos de los actuales mecanismos de funcionamiento interno”; entre otros, el papel del congreso como máximo órgano, los mecanismos de elección de la Ejecutiva y las competencias del Comité Federal como órgano de control.

El principal reparo a la elección directa del secretario general es que fomentaría las tentaciones “cesaristas” del elegido, legitimado directamente por la militancia, frente a cualquier intento de control de los órganos colegiados de dirección. Para evitarlo, habría que introducir otros mecanismos de equilibrio que actúen de contrapeso y eviten un choque de legitimidades –el secretario general sería elegido directamente por los militantes, pero los órganos colegiados serían votados por los delegados al congreso–. La ponencia no entra en detalles, aunque en Portugal, por ejemplo, los socialistas eligen a su líder por este procedimiento, pero luego el secretario general no puede proponer más que al 45% de los miembros de su Ejecutiva –en el PSOE, el secretario general electo presenta una lista cerrada y bloqueada con los miembros de su equipo–.

El Comité Federal debatirá sobre las presidenciales en diciembre o enero, pero podría no fijar aún la fecha

En todo caso, aunque la Conferencia recomiende o avale este cambio –no tiene capacidad decisoria–, la fórmula tendría que ser finalmente aprobada por un congreso, según recuerda el documento de la Ejecutiva. Es decir, que no serviría para elegir al sucesor de Rubalcaba, sino al sucesor de su sucesor. Es por ello que, aunque forzando la interpretación de los estatutos podría acordarlo también el Comité Federal, los críticos con Rubalcaba opinan que se trata de “otra maniobra de Alfredo”, una “cortina de humo” para distraer la atención del pulso interno que se libra sobre el calendario de las primarias para elegir al candidato presidencial.

Las primarias presidenciales

Por si a alguien le quedaba alguna duda, la ponencia oficial que se debatirá en la Conferencia recuerda que “será el Comité Federal el responsable de fijar el calendario y el reglamento” para este proceso. El texto no da ninguna pista sobre la posible fecha. Como ha venido anticipando El Confidencial, a finales del año pasado Rubalcaba pactó con los barones su celebración en el segundo semestre de 2014 –después de las elecciones europeas–, pero de las vacaciones del verano regresó con la idea de posponerlas hasta comienzos de 2015. Ahora, en una dinámica propia del juego del yoyó, parece que vuelve a imponerse la primera fecha.

Desde la Ejecutiva se ha aceptado someter el debate de las primarias al Comité Federal que se convocará para diciembre o enero, pero se mantiene la incertidumbre sobre si será ese el momento para fijar la fecha. Fuentes de la dirección no descartan que se limite a un debate genérico –hasta ahora el asunto no se ha abordado en ese órgano– y al acuerdo de mandatar a la Ejecutiva para elaborar el reglamento correspondiente –que debe incluir, entre otras cosas, el número de avales que se exigirá– y para crear el censo del cuerpo electoral.

El entorno de Rubalcaba mantiene la tesis de que, en el momento en el que se anuncie la convocatoria, “ya no habrá otra cosa”: será el disparo de salida para la carrera entre los candidatos y su organización y desarrollo exigirá un mínimo de dos meses. Es decir, lo más inconveniente para afrontar las elecciones europeas de mayo, cuya campaña se solaparía con la campaña interna. En este escenario, a su juicio, “lo más sensato” sería posponer la decisión sobre la fecha hasta después de los comicios europeos, en los que Rubalcaba alberga la esperanza de conquistar su primera victoria como líder del PSOE.

Rubalcaba busca un nuevo pacto con los barones para dar prioridad a las elecciones europeas

El secretario general intentará cerrar un nuevo pacto después de la Conferencia Política y cuenta a su favor con la división entre los barones. Instalados en el “sálvese quien pueda”, la preferencia de cada uno está directamente relacionada con la situación en su territorio. El único punto de consenso es que todos quieren que el candidato esté elegido antes de las elecciones municipales y autonómicas de 2015 en las que ellos serán candidatos, y eso es lo que Rubalcaba les garantizará.

El apartado que la ponencia para la Conferencia dedica a este asunto es extremadamente ambiguo sobre la fecha. Así, apunta que “nuestras principales referencias son los procesos desarrollados en Francia e Italia”, pero acto seguido puntualiza que “en los casos de Francia e Italia las circunstancias políticas, sociales e institucionales son diferentes de las de España, lo que hace que sus procesos no sean equiparables en su totalidad al que tenemos que diseñar”.

Sí avanza en otras cuestiones. Así, advierte de que, al tratarse de un proceso abierto al conjunto de la ciudadanía, tendrá que “abrirse un plazo de inscripción previo que permita la elaboración de un cuerpo electoral dentro de un plazo cierto y definido previamente”. Quienes deseen participar deberán firmar una declaración de principios, formalizar el pago de una cuota de inscripción y serán censados como “simpatizantes” del PSOE.