Con siete puertas
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Pasó lo que tenía que pasar (y CC no piensa hacer nada más)
El PSOE está llenando de razones a Coalición, ninguna buena. A ojos de los nacionalistas canarios, los socialistas no están dando un solo argumento para sembrar las bases de un hipotético acercamiento
Pasó lo que tenía que pasar, y no pienso hacer nada más (más que quedarme aquí, cuidando la raíz). Así lo canta Valeria Castro, nominada a los Grammy Latinos el pasado martes, justo dos años después de la erupción del volcán de La Palma, su Isla. Y así, haciendo suya la letra de la canción con más pegada de la artista palmera, Coalición Canaria explicará en octubre (a sus interlocutores en el entorno de Pedro Sánchez) que su apoyo al presidente alcanzó su punto de ebullición, se esfumó. Pasó lo que tenía que pasar, y no pienso hacer nada más —dirán en Coalición a los socialistas, si no cambian las cosas en los próximos días o semanas—.
Aunque formal u oficialmente no se reconozca, los socialistas han tanteado por tierra, mar y aire a Coalición, ritual de apareamiento que persigue garantizarse el sí de la diputada Cristina Válido, lo que permitiría a los socialistas enfriar algunas exigencias de Carles Puigdemont, de quien solo necesitarían una abstención. Calculadora en mano, el voto de Válido mejoraría la vida a los negociadores socialistas. Sin embargo, el apoyo de la diputada de Coalición a Pedro Sánchez está hoy más lejos que ayer, y la cosa va a peor. CC se impacienta. Reiteran que se deben a sus compromisos con el PP, pero se acerca el día después de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo y los nacionalistas canarios se preparan para el siguiente momento procesal (la negociación, ya en abierto, con el equipo de Sánchez). En Coalición sienten que el mismo PSOE que los corteja les da la espalda, ignorándolos. Flirtean con CC buscando el sí, pero en el Ministerio de Hacienda no se ponen al teléfono —ni se toman la molestia de responder a los correos electrónicos— cuando desde las Islas se intenta contactar con la ministra, o con su jefe de gabinete, para que procedan con los setecientos setenta y seis millones que CC quiere transferidos antes de sentarse en una mesa de negociación con los socialistas. No contestan. No responden. Silencio al otro lado. Una actitud que molesta, y de qué manera, en CC.
El PSOE está llenando de razones a Coalición, ninguna buena. A ojos de los nacionalistas canarios, no están dando un solo argumento para sembrar las bases de un hipotético acercamiento que, a partir del 28 de septiembre, pueda desembocar en el voto afirmativo de Válido a Sánchez. Cero de tres. Cero. Nada. Así lo ven en CC. Incumplen lo pactado en los Presupuestos Generales del Estado, dan largas a la agenda canaria que han entregado a los mensajeros de Pedro Sánchez y en los ministerios viven la crisis migratoria que afronta el archipiélago como meros observadores, con tanta distancia como frialdad. Cero. Sin noticias sobre las transferencias demandadas. Sin firma siquiera preliminar en el documento de la agenda canaria. Y, añadiendo tensión a la relación de CC con el gabinete de Sánchez, sin que el Estado dé señales de cambiar de actitud respecto al colapso que más pronto que tarde provocará la imparable (y creciente) llegada de inmigrantes a las Islas, particularmente a El Hierro, destino preferente de las embarcaciones que salen del convulso Senegal.
Cero. Cero de tres. A CC se le agota la paciencia. Un orden del día de tres puntos —transferencias, agenda canaria e inmigración— no está mereciendo la más mínima atención de un PSOE desdoblado en su relación con los nacionalistas canarios. Guante de seda en los pasillos del Congreso, pero con mano de hierro (marca de la casa, en algunos casos) en los despachos ministeriales. Cara, y cruz. Zanahoria, y palo. Hipotéticos socios, y tampoco. Una cosa, y la contraria. Aunque el calendario cuente que toca estar a lo de Feijóo, en CC quieren hacerse valer de cara a la siguiente votación, la del candidato Sánchez. En Coalición han pasado del malestar a un enfado que no quieren disimular, todo lo contrario.
En las últimas horas, el presidente de Canarias y secretario general de Coalición, Fernando Clavijo, ha abandonado la contención para adentrarse en un registro bien diferente. Curtido en mil batallas, Clavijo recupera su perfil más duro y carga, sin paños calientes, contra lo que se va conociendo de las conversaciones de los socialistas con los independentistas catalanes. No se puede ser presidente a cambio de cualquier cosa —ha dicho el presidente canario, aludiendo a Pedro Sánchez—. Ha ido más lejos. La amnistía solo adquiere sentido cuando se cambia de régimen, en otro contexto (como el actual) atentaría contra el espíritu de la democracia, ha enfatizado Clavijo. El jefe del Ejecutivo canario confía en que las amnistías queden reducidas a la categoría de globo sonda, y traslada un mensaje al PSOE y Sánchez. Somos constitucionalistas, así que no cuenten con CC para otro tipo de historias —ha sentenciado—.
La relación de los nacionalistas canarios con el PSOE parece volver sobre sus pasos, regresando a hostilidades que parecían haber quedado atrás. Unos y otros se saben sentados en una mesa de negociación que, virtual, y así será hasta el veintiocho de septiembre, propicia que ambas formaciones jueguen sus cartas puertas adentro y afuera, a ojos de la opinión pública. Coincidiendo con el apoyo de CC al uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados, Coalición contrarresta esa foto —junto a los socios confesos e inminentes de Sánchez— marcando distancias, metiendo el sí de Cristina Válido en el congelador, subiendo el tono para que el PSOE pase del desentendimiento a la negociación.
A Coalición no le resulta electoralmente cómodo apoyar a Sánchez. No les ha entusiasmado votar el uso de las lenguas, alineados con los compañeros de viaje del presidente. No les gusta incomodar a sus socios, al PP. Menos aún que a cambio el PSOE los ignore, que ni siquiera se pongan al teléfono o contesten correos electrónicos. Queda un mundo para la sesión de investidura del candidato Sánchez, pero el apoyo de CC se le puede atragantar al presidente si no cambian las cosas en las próximas semanas. A Coalición se le hace difícil que sus votantes vean a Cristina Válido haciendo presidente a Sánchez. Si el PSOE no se lo pone fácil, prestándoles la atención que reclaman, a Coalición no le va a costar demasiado ahorrarse la foto junto a los satélites de Sánchez. Será en ese momento cuando, sabiéndose necesarios en el día a día parlamentario de la legislatura, CC haga suya la letra de Valeria Castro y le diga al PSOE que pasó lo que tenía que pasar y no pienso hacer nada más.
Pasó lo que tenía que pasar, y no pienso hacer nada más (más que quedarme aquí, cuidando la raíz). Así lo canta Valeria Castro, nominada a los Grammy Latinos el pasado martes, justo dos años después de la erupción del volcán de La Palma, su Isla. Y así, haciendo suya la letra de la canción con más pegada de la artista palmera, Coalición Canaria explicará en octubre (a sus interlocutores en el entorno de Pedro Sánchez) que su apoyo al presidente alcanzó su punto de ebullición, se esfumó. Pasó lo que tenía que pasar, y no pienso hacer nada más —dirán en Coalición a los socialistas, si no cambian las cosas en los próximos días o semanas—.
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