Dos miradas en Madrid

Hace unos meses, Canal Cocina decidió llevar a cabo un programa en el que dos personas muy diferentes, especialmente por razones de edad, tuvieran la oportunidad de vivir la gastronomía desde distintos puntos de vista, visitando restaurantes de Madrid completamente singulares. Así nació 'Dos Miradas', que muestra la visión de Verónica Zumalacárregui, una joven y extraordinaria periodista especializada en gastronomía, y la mía, con más experiencia.

En cada episodio, trato de llevar a Verónica a un restaurante que me guste y que crea que puede sorprenderle y, si es posible, emocionarle. Y ella hace lo mismo. He tenido la suerte de grabar, hasta ahora, 6 episodios junto a Verónica. Creo que los dos hemos hecho grandes descubrimientos, hemos aprendido, y, sin duda, nos hemos sorprendido.

12 restaurantes singulares en Madrid

En el primer capítulo, decidí llevar a Verónica a Horcher, uno de los restaurantes más emblemáticos de Madrid, ahora dirigido por Elisabeth Horcher, perteneciente a la cuarta generación de la familia. Verónica me llevó a Tripea, en el Mercado de Vallehermoso, un local moderno de cocina fusión entre asiática, peruana y española.

Después fuimos a Soy Kitchen, un restaurante chino de autor, de cocina creativa con influencias asiáticas, occidentales y latinas. Y yo le llevé a Zalacaín, el primer 3 estrellas Michelin de España, que ha reabierto recientemente con todas las calidades de siempre.

En el tercer episodio, visitamos Lhardy, un restaurante centenario de Madrid por el que han pasado todo tipo de personajes públicos, políticos, artistas, empresarios e intelectuales. Y de la mano de Verónica, descubrí Katz, donde pudimos degustar un tipo de cocina completamente diferente como son los bocadillos gourmet.

En el cuarto capítulo, Verónica me enseñó el restaurante de los Desguaces La Torre, un lugar muy frecuentado por los madrileños. Yo le llevé al Palm Court, en el Mandarin Oriental Ritz, un espacio gastronómico diseñado por Quique Dacosta en uno de los hoteles más lujosos de Madrid.

Para el quinto capítulo, elegí Paco Roncero Restaurante en el Real Casino de Madrid (la Terraza del Casino), un lugar moderno y, a la vez, con mucha historia. Verónica me llevó a Prrimital, en el Mercado de San Miguel, con una oferta basada en la carne y la parrilla.

Y para el sexto, Verónica eligió Bareto, un lugar castizo de Madrid para tomar una caña con las tradicionales tapas. Yo le llevé a A’Barra, donde se puede degustar una excelente cocina entre tradicional y creativa en dos espacios diferenciados, la sala y la barra.

Dos miradas ven más que una

En todos los casos, yo he tratado de elegir restaurantes de Madrid con historia y con un elevado nivel de exigencia. Verónica, por su parte, me ha enseñado los lugares que frecuentan las nuevas generaciones, lugares más desenfadados y singulares. Quizás, en algún momento, nos toque intercambiar los papeles.

Sin duda, Verónica me ha abierto las puertas a sitios donde normalmente yo no hubiera ido y que, sin embargo, creo que vale la pena conocer, porque enriquecen la cultura, la experiencia y la sensibilidad de cualquier aficionado a la buena mesa.