La teoría de las 'cremas de Cifuentes' que descontroló la cepa Ayuso

El enfrentamiento entre Génova y Díaz Ayuso por el control del partido en Madrid se les ha ido de las manos a ambas partes. Ahora se trabaja para rebajar la tensión, evitar filtraciones y parar una bola que ya está en la puerta del despacho de Pablo Casado. La pregunta es: ¿dónde está el origen de esta nueva cepa que amenaza al PP? En lo oficial, está la cuestión de las fechas para la celebración del congreso que debe elegir presidenta o presidente; en lo oficioso, hay una teoría mucho más sórdida y oscura. Hace unas semanas empezó a circular por el PP de Madrid la conspiración de las 'cremas de Cifuentes'. Aún tenemos en la retina a la expresidenta de la Comunidad de Madrid metiendo en su bolso dos cremas en un supermercado. Aquello le costó la carrera política a una mujer que en ese momento sonaba para todo, incluso para disputar el liderazgo a Mariano Rajoy.

Las comparaciones son odiosas y por eso se dispararon todas las alarmas cuando en los círculos populares se puso en circulación que 'alguien' muy cercano a 'alguien' estaba contando que 'ella' no llegaría como candidata a las próximas elecciones porque habría "unas cremas". Lo que difundía ese 'alguien' llegó a los oídos de otro 'alguien'. Entonces ese 'alguien' acabó concluyendo que detrás de todo estaba el 'alguien' de siempre. La tormenta imperfecta estaba ya desatada en el momento más dulce de la era Casado. Las llamadas tendencias favorecen al PP y en la opinión pública, y buena parte de la publicada, no se alcanza a entender en qué momento se ha decidido 'matar al padre' o 'a la madre', según el bando en que se milite.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Díaz Ayuso y la reverberación de Aguirre

José Antonio Zarzalejos

La derecha parece dispuesta a suceder a la izquierda en eso de devorarse. Mucho se lamentaban, hasta que se abrazaron Sánchez e Iglesias, del gen estalinista que aún es dominante. En el otrora partido amigo también hay debate. ¿Qué hará Begoña Villacís ante la próxima cita electoral? La vicealcaldesa se ha convertido en la isla naranja en el desmantelamiento de Ciudadanos en Madrid. Tras la caída de Ignacio Aguado, que anda buscando trabajo en lo privado para olvidar su negro paso por lo público, Villacís se encuentra ante su propio dilema. Queda tiempo, pero cualquier maniobra se interpreta. La decisión está en si unirse al PP o mantenerse estoica como Inés Arrimadas, que despreció las lisonjas de Casado. Por ahora la relación con el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, se ha deteriorado en la búsqueda del espacio político propio.

Ante estas cuitas, Vox está sentado 'comiendo palomitas'. Rocío Monasterio sigue teniendo el botón nuclear para frenar los presupuestos de la Comunidad de Madrid. Ayuso necesita cuatro abstenciones y pese a que ahora los de Abascal tienen un papel aritméticamente mucho menor, siguen siendo 'incómodos'. La clave está en si Vox aguantará la presión de vetar unas cuentas que suponen un ahorro de más de 300 millones en impuestos a los madrileños. En Cibeles, Ortega Smith no apoyará a Almeida. Parece que el líder de Vox en el ayuntamiento ha recuperado su perfil más duro tras el trance poscovid que le convirtió en una suerte de cordero con piel de lobo.