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Del arcano Ariza al imposible Cebrián
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Graciano Palomo

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Del arcano Ariza al imposible Cebrián

No tengo que repetirlo semana tras semana. Lo cortés no quita lo real. He escrito una y veinte veces que admiro el espíritu emprendedor y el

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Del arcano Ariza al imposible Cebrián

No tengo que repetirlo semana tras semana. Lo cortés no quita lo real. He escrito una y veinte veces que admiro el espíritu emprendedor y el coraje de Julio Ariza; incluso su sentido del junco, esto es, que está verde al amanecer y marchito a las primeras horas de la noche. Lo cual no desmerece de que también le diga desde la “auctóritas” de haberlo dicho mirándole a la jeta, que tiene una suprema habilidad para rodearse con lo peor de cada casa. ¡Y así le va al navarrro!

Hubo un tiempo en el que compró todo el material averiado que le llegaba y cuando el barco empezó a periclitar las ratas pusieron pies en polvorosa. Los nombres están ahí; él los conoce.

Pero es también un hecho cierto que ahora Ariza empieza a pagar y toda reina se empieza a preguntar de dónde y por qué. Me gustaría relatarles el origen pero lo ignoro. Simplemente saludo el gesto (por lo que toca a mis amigos, que lo son) y porque el editor navarro, enfrentado a la cruz y la espada, empieza a vislumbrar algún hilillo de luz después de tanto túnel.

Aunque no debería en lo personal me quitaré el sombrero panameño si eso se plasma, querido Julio.

En las antípodas de todo, salvo en la quiebra, aparece también el inevitable Juan Luis Cebrián -el joven Janli de antaño- que por perderle el respeto lo hacen los coleguillas de EL SIGLO. ¡Manda carallo! Hubo una vez durante el aznarato que esa singular damisela malagueña que responde por el nombre de Celia Villalobos llegó a decir (cuando le criticaban) que las empresas de Pepe Garcia Abad eran una tapadera de Prisa. Villalobos, ¿alguien le toma en serio?

Pues bien, escribía que la asfixia financiera de Prisa (deudas), el despido masivo de periodistas, el coqueteo con Mariano Rajoy (perdónenme, fui el primero en advertirlo hace 20 meses), los sueldos obscenos de sus altos ejecutivos y la desafección “progre” hacia el diario que fue icono de la transición y bastión del socialismo felipista, crean un nuevo panorama dentro de la prensa impresa cuyo tiempo también toca a su fin.

Es una obligación decir aquí y ahora que la “vice” ha estado al tanto de las operaciones financieras que han rodeado al grupo Prisa en los últimos tiempos. Y sostengo también que Juan Luis Cebrián se citó “urgentemente” con el presidente del Gobierno en su reciente viaje a París donde asistió a las jornadas sobre el futuro de Europa organizadas en la capital gala por el Instituto Berggruen, organización presidida precisamente por Nicolás Berggruen, responsable del fondo Liberty, que se hizo con la mayoría del capital de Prisa hace justamente tres años. El presidente Rajoy fue recibido en la misma puerta del acto por Cebrián.

A partir de ahí las especulaciones se disparan. El hecho descriptible es que entre determinados ambientes socialistas se puede escuchar esto: “Este PAIS ya no es el nuestro...Nos lo han cambiado...”.

Todo fluye, todo cambia.

No tengo que repetirlo semana tras semana. Lo cortés no quita lo real. He escrito una y veinte veces que admiro el espíritu emprendedor y el coraje de Julio Ariza; incluso su sentido del junco, esto es, que está verde al amanecer y marchito a las primeras horas de la noche. Lo cual no desmerece de que también le diga desde la “auctóritas” de haberlo dicho mirándole a la jeta, que tiene una suprema habilidad para rodearse con lo peor de cada casa. ¡Y así le va al navarrro!

Juan Luis Cebrián Julio Ariza