La vicetodo mueve ficha con la TV

Tras dos años esperando algún gesto “mediático” del gobierno Rajoy en relación con el mundo televisivo/audiovisual –con gran impaciencia por parte de los presuntos tomantes-, todo parece indicar que el Gobierno, más precisamente la Vicepresidencia y ministra de la cosa, se apresta llegado el invierno a aprovechar el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo sobre nuevo reparto de canales TDT para imponer su norma y su criterio en un asunto capital.

Al único que parece traerle al pairo es a Mariano Rajoy, al que siempre los asuntos mediáticos le importaron tanto como una higa. “El presidente está a lo que está…”, insisten en su entorno.

Oiga, ¿y a qué está? “Pues a salir de la crisis económica, en intuir por dónde se puede crear empleo, en exigir a la banca que suelte la pasta en forma de créditos… En eso está… Lo demás le parece cosa relativa…”.

Ya he escrito en otras ocasiones que la presión sobre el cajón de Soraya entre los interesados –se llamen Vasile, Lara, Mauricio, Fernández-Galiano, Enríquez, Barriocanal o Pedrazzoli- es brutal. Pero la vallisoletana es mujer correosa y a estas alturas de la comunión se las sabe todas y, muy especialmente, sabe de qué pie cojea cada uno.

Porque una cosa es que el Gobierno se haya autoinmolado durante estos 24 primeros meses de mandato con sus duras y en ocasiones brutales reformas, y otra bien distinta que tenga vocación japonesa. Se lo dijo claramente Mariano Rajoy a sus conmilitones en el último Comité Ejecutivo: en enero empieza la política.

Y política al día de hoy no existe sin comunicar ni capacidad para comunicar. Ya se sabe que los de Pontevedra tienen claro que nadie gana el Tour pedaleando en un triciclo.

Hay una noticia que apenas ha tenido eco pero que desde mi modesto punto de vista tiene singular importancia: PRISA terminará vendiendo rápidamente su participación en MEDIASET, ya saben el imperio Berlusconi en España.

Hoy sí que estoy seguro que se me habrá entendido todo.