Es noticia
Esperanza: ¡Nunca me he ido!
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Esperanza: ¡Nunca me he ido!

No ha sido una buena semana para uno de los referentes (se quiera o no) del centroderecha: entre las cuatro horas con Ruz (en calidad de

Foto: La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre (EFE)
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre (EFE)

No ha sido una buena semana para uno de los referentes (se quiera o no) del centroderecha: entre las cuatro horas con Ruz (en calidad de testigo), los emails “rubios” de Blesa a Amat, y los problemas de su “hereu” al frente de la Comunidad de Madrid.

Esperanza Aguirre, libre en lo esencial pero todavía con ciertas ataduras, provoca muchos recelos cada vez que abre la boca –terca manía en la vieja España por hacer callar al personal-, sobre todo, en otras damas populares con especial mención a la alcaldesa Ana Botella –la misma que ve con horror cómo los papeles descubren la irritación de su hijo mayor por las obras del artista Rueda-, la delegada Cristina Cifuentes y algún otro edecán del poder establecido que se abre las carnes por la muy particular capacidad de la lideresa madrileña en conducirse.

La pregunta del millón es si volverá al primer plano de la vida pública tras su renuncia a dirigir el gobierno autónomo madrileño.

-¿Vuelves?

-¡Yo no me he ido, oiga….!

Y es verdad. Aguirre dejó la presidencia de la CAM pero no se fue a Yuste precisamente. De hecho, está en una posición cómoda y formidable para relanzar su ofensiva en cualquier momento.

Se puede observar en cierta izquierda (porque hay muchas y con intereses distintos) el interés porque en el PP suceda lo que le ocurrió a UCD. El aznarismo en extinción da pábulo a una posible escisión que, lógicamente, sería letal para el mantenimiento del poder.

¡Si Manuel Fraga levantara la cabeza!

-“Esa posibilidad es hoy por hoy imposible…”, declara un cargo electo del Partido Popular que también lo fue de Unión de Centro Democrático.

Ya he escrito en ocasiones varias que tal y como están las cosas su nombre parece imprescindible si el PP quiere mantener el bastión madrileño. Madrid, capital y comunidad, aparecen hoy más que nunca como rompeolas de todas las Españas.

¡Y mire usted, oiga, que baten fuerte!

No ha sido una buena semana para uno de los referentes (se quiera o no) del centroderecha: entre las cuatro horas con Ruz (en calidad de testigo), los emails “rubios” de Blesa a Amat, y los problemas de su “hereu” al frente de la Comunidad de Madrid.

Esperanza Aguirre