ZP visita a Pedro J. Ramírez

Mientras el juez Pedraz recibe 5.000 euros de Carlos Dávila,director de comunicación de la empresa púbica Enresa, más otros 9.900 de multa por llamar “cabrón” al señor juez del flequillo, la crisis (o lo que sea) se lleva por delante a otro director, Javier Moreno, curioso personaje que sin ser periodista estrictosensu se encaramó con un grupo de personal adicto, vía amistad personal con Polanco family, al timón de derrota del diario El País.

Se cerraba de esa forma el trípode de directores caídos por dios y por la pasta en los últimos meses. Nada de lo que está ocurriendo y lo que está por venir puede sorprender. Yo mismo, modestamente, anuncié a la vuelta del veranoque empezaba el baile y apunté directamente a Ramírez como principal interfecto. Nadie se lo creyó porque eran tantas veces las que se había anunciado la caída del riojano que todo el mundo se lo tomaba a chacota. Pues por ahí anda, bien pagado, cerca del despacho de Antonio Fernández-Galiano y moviendo el braserillo, según dicen, después de haber recogido una morterada de euros como primera entrega.

Hace unos días recibió una visita –lógica y anunciada, por otra parte– que mitiga su soledad, aunque, insisto, las penas con pan son menos. Don José Luis Rodríguez Zapatero llegó en su alfarromeo con chófer y escolta que le pagamos de por vida todos los españoles para rendir pleitesía a su antiguo confesor de cámara.

No se espera, por el momento, que los edecanes de Unedisa tengan que esmerarse en preparar el café y las pastas para una eventual visita del presidente Rajoy. Antes lloverán ranas.