Palo Alto
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Un Rojo pone firmes a dos estalinistas
Hay un muchacho granulado y con coleta que dice llamarse Pablo Iglesias cuyo amor y valoración de sí mismo no tiene parangón por estos lares
Hay un muchacho granulado y con coleta que dice llamarse Pablo Iglesias cuyo amor y valoración de sí mismo no tiene parangón por estos lares y que en su nimiedad intelectual y sentido del análisis no se compadece en absoluto con el autoculto a la personalidad que desarrolla aupado por algún que otro responsable televisivo que cobra de la multimedia de Silvio Berlusconi.
Están ocurriendo demasiadas cosas peligrosas en España -detritus y miseria social y aprovechamiento de las circunstancias objetivas para la sublevación anti urnas con teóricos tintes democráticos- como para olvidar que las grandes naciones libres se gobiernan desde la moderación y el centrismo.
Pues bien, Alfonso Rojo, curtido en mil batallas, no permitió que este muchacho Iglesias y su cuate ideológico, Juan Carlos Monedero, le crucificaran porque un variopinto juez apartado de su oficio por el CGPJ le pidió “discretamente” 200.000 euros del ala al socaire de un comentario de un lector de su diario.
Y le acuchilló en plató con causa cuando le recordó que una plataforma en la que trabajan (CEPS) recibió una transferencia de la Venezuela bolivariana y procastrista por la friolera de 320.000 euros, a través de la cual se premió a un miembro del proetarra EKIN con un viaje de estudio al paraíso de Chávez donde los ciudadanos mueren porque sí. De paso, recordar también que la cadena iraní Hispan.TV, para la que trabajan y se suponede la que cobran los susodichos, mientras elogian a Bildu y ocultan las ejecuciones en Irán, se persiguen a homosexuales en el régimen de los ayatolás y otras fechorías muy democráticas, es la plataforma preferida por los abertzales para propalar sus mensajes en Iberoamericana. No hay que olvidar que el Consejo de la UE decidió “inmovilizar todos los fondos” de personas vinculadas al sanguinario régimen, así como perseguir las emisiones de HispanTV, que continúa emitiendo a través de internet.
Pues bien, estos son los apoyos y jefes mediáticos de nuestros rutilantes muchachos que quieren salvarnos de la democracia decadente y de sufragio universal, además de gozar de nómina en la Universidad Complutense de Madrid donde campan por sus respetos.
¡Qué cosas!
Hay un muchacho granulado y con coleta que dice llamarse Pablo Iglesias cuyo amor y valoración de sí mismo no tiene parangón por estos lares y que en su nimiedad intelectual y sentido del análisis no se compadece en absoluto con el autoculto a la personalidad que desarrolla aupado por algún que otro responsable televisivo que cobra de la multimedia de Silvio Berlusconi.