Albert Rivera pone el turbo para engullir a UPyD

El muy reputado eurodiputado Francisco Sosa Wagner le ha amargado el verano a Rosa Díez con su propuesta de entendimiento con Ciudadanos de Albert Rivera bajo la premisa, obvia y relevante, de que “antes que los intereses de los partidos están los de España”.

El profesor de la pajarita ha trastocado la paz rosada de UPyD con su propuesta para “fortalecer España desde un proyecto común”. El partido de la exdirigente socialista vasca tiene un marcado marchamo de personalismo que no se puede obviar, aunque algo parecido también ocurre en el “C`s” de Albert Rivera, pero en menor medida.

Tengo para mí que Sosa Wagner habrá hablado en Bruselas con Juan Carlos Girauta -un intelectual de primer nivel un tanto defraudado con el PP- y Javier Nart. Se han mirado a los ojos y se han preguntado qué es lo que hacen caminando por separado. Y han concluido lo obvio y sensato.

Hace tiempo que tengo información sobre movimientos en las bases de UPyD contra el personalismo de la líder, y también respecto al poder omnímodo de su hombre de confianza, Carlos Martínez Gorriarán. El partido ha hecho algunos servicios muy estimables a la sociedad española; por ejemplo, sus denuncias contra las cajas de ahorro en diferentes lugares como Navarra, Burgos y Madrid.

Lo ha hecho, precisamente, por haber estado lejos de la mamandurria y de la contaminación que, de alguna forma, siempre acompaña al poder. Pero estos partidos pequeños han medrado por haber denunciado los defectos de los grandes; baste que caigan en los mismos vicios para que se disuelvan como un mal suflé.

Al centro-derecha le vendría bien una formación relativamente poderosa con implantación en todo el territorio nacional y que, en un momento dado, pueda conformar el poder local, provincial, autonómico y nacional. Resulta necesaria para espabilar a los durmientes. De ahí que, modestamente, crea que la propuesta de Sosa terminará por abrirse camino a pesar de la resistencia desde la cuna.

Rosa Díez ha demostrado cuajo y valor. Rivera tiene juventud (tiempo), una cierta idea de España, ambición e imagen. Se admiten apuestas.