Palo Alto
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La insoportable tensión baja de un Gobierno masoquista
La relación con Atresmedia prueba que el Ejecutivo de Rajoy tiene la tensión baja. El pasotismo se ha convertido en su principal seña de identidad política
El espectáculo gubernamental a propósito del cuarto de siglo de Antena 3 -¡felicidades!- fue de aurora boreal. Si el fundador, Manuel Martín Ferrán, levantara la cabeza fulminaría con su flamígero y coruñés verbo a unos cuantos de los que hacían el paseíllo a los Reyes. A3 es una gran cadena privada, seria, rigurosa y solvente, con adherencias multimedia que no se explican salvo por el ‘bonus’, santo y seña principal de algunos de sus principales ejecutivos, según dicen, oiga, porque yo en esto, como en casi todo, sólo actúo como secretario de una realidad descriptible.
“Nos va la marcha, en estos nos parecemos mucho a UCD”, relataba un ministro a este columnista a propósito de que Atresmedia es, en efecto, el holding en el que se engloba La Sexta donde a diario, desde el amanecer hasta que el sol se esconde por el ocaso, sus dirigentes, su Gobierno y el partido que le sustenta son objeto de chacota y descojone. En efecto,les va la marcha.El masoquismo, en determinados casos, es una parte consustancial a la condición humana. El “marianismo” es el campeón de campeones en esta curiosa asignatura. Allá ellos. Sarna con gusto no pica.
Pero ese dedal lariano (de Lara) no agota la cantidad de hechos que vienen a probar que el Ejecutivo de Rajoy tienela tensión baja.Incluso se podría hablar de que el “pasotismo”en plan maldición de Casandra, se ha convertido en su principal seña de identidad política. Lo cual, en sí mismo, ya es sumamente revelador. No hay más que oír hablar a Álvaro Nadal –no sé si es tímido o engreído o las dos cosas a la vez–para darse cuenta de que este muchacho, del que dicen es listísimo (cosa que yo distinguiría de “empollón” o del típico “pitagorín”), se ha equivocado de oficio. Debería estar al frente de una corporación donde la referencia fuera la cuenta de resultados puros y duros. La política, señor Nadal, es otra cosa, sobre todo, si como usted dice, viene con buenos resultados bajo el brazo por mor de su gestión y la de sus compañeros de Gobierno. En primer lugar, comprensión del contexto y del horizonte. En segundo lugar, capacidad de comunicar y no ser un monocorde coñazo; y como tercer elemento, hablar claro, sin miedo y sin complejos.
Gran parte de la sostenibilidad del sistema democrático y del marco institucional actual se debe a agentes no gubernamentales. Por ejemplo, gran parte de la prensa que a cambio de nada y por sentido patriótico plantan cara a movimientos peligrosos para los intereses generales entre el desdén de los que deberían estar más interesados.
Nadal, sin ir más lejos, es jefe de la Oficina Económica de la Presidencia (categoría de secretario de Estado) y su hermano ocupa otro altísimo cargo fáctico muy bien remunerado porque el PP ganó las elecciones. Con lo listos que dicen ser todavía no se han percatado de que si esas siglas se las lleva la riada, y tiene todas las papeletas, tendrán que pedir curre y humillarse ante alguno de los jefazos del kilowatio… ¡Y ya veremos!
He leído en algún sitio que el PP está gritando eso de ¡qué viene el lobo! Sinceramente, yo no lo he oído.
El espectáculo gubernamental a propósito del cuarto de siglo de Antena 3 -¡felicidades!- fue de aurora boreal. Si el fundador, Manuel Martín Ferrán, levantara la cabeza fulminaría con su flamígero y coruñés verbo a unos cuantos de los que hacían el paseíllo a los Reyes. A3 es una gran cadena privada, seria, rigurosa y solvente, con adherencias multimedia que no se explican salvo por el ‘bonus’, santo y seña principal de algunos de sus principales ejecutivos, según dicen, oiga, porque yo en esto, como en casi todo, sólo actúo como secretario de una realidad descriptible.