Luis de Guindos también tiene un corralito

Los administradores concursales de Banco Madrid –el gran escándalo político que todo el mundo parece haber olvidado- han puesto en riesgo el sistema de ahorro provisión de los españoles que como todo el mundo sabe es un resorte esencial del sistema financiero.

Todo ello entre el increíble y obsceno pasotismo del ministro de Economía, Luis de Guindos, a quien, al parecer, este asunto que tiene atrapados a miles y miles de honestos ahorradores no le parece lo suficientemente “pijo” y glamuroso. O quizá entienda que no le aporta nada -entre otras cosas porque los afectados no se manifiestan ni protestan en la calle ni en los medios de comunicación- de cara a conseguir birlarle el sillón de la presidencia del Eurogrupo a Jeroen Dijsselbloem.

Se le debería caer la cara de vergüenza ya que la peluca es difícil. Anda dando lecciones a Varoufakis y no es capaz de resolver un tema menor en su país, pero no por ello menos justo. La indefensión es total. ¿Será necesario montar un corral en los jardines del Ministerio de Economía?

¿No hay nadie en este Gobierno con un par de redaños para meter en cintura a unos administradores concursales que se lo están llevando crudo y se les permite colocar la propia Ley Concursal por encima de la Ley del Mercado de Valores y de la legislación referente a los fondos de pensiones? Por lo que puede comprobarse, la opinión de la presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, cuenta menos (o nada) que la de esos sujetos a los que alguien -¿quizá Guindos?- colocó para administrar la quiebra de un banco y están haciendo el gran negocio con el dinero de los “acorraladitos”.

¿Acaso el ministro con menos votos de todo el Gabinete no sabe que los administradores concursales están violando las leyes sobre inversiones colectivas? Debería saberlo después de haber trabajado en Lehman Brothers.

Como no hay gresca en los medios, el ministro de Mariano Rajoy -¡mira que Sarkozy le aleccionó en que nadie debería ser ministro si antes no gana las elecciones en su pueblo!- se descojona abiertamente de unos ciudadanos españoles –indefensos, desasistidos, inermes- que ven cómo esos administradores dispusieron de 400 millones para devolver al BCE, Unicaja y a la banca Calyon.

Los españoles deben saber que su sistema de ahorro previsión está en riesgo. Porque lo está a tenor de lo que todavía ocurre en Banco Madrid.

Y el juez, ¿dónde están el fiscal y el juez? ¿Acaso la justicia no existe en la cuarta potencia de Europa? Para Guillermo Zapata, sí; para los del corralito de BM, no.