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Montoro y Aznar: qué juerga la de aquel día
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Graciano Palomo

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Montoro y Aznar: qué juerga la de aquel día

Sorprende que un expresidente del Gobierno, inspector de Hacienda de carrera y oposición, no sepa que la Agencia Tributaria no entiende de oropeles

Foto: Aznar se entrevistó con Montoro por la maquinaria de la Agencia Tributaria (EFE/Esteban Biba)
Aznar se entrevistó con Montoro por la maquinaria de la Agencia Tributaria (EFE/Esteban Biba)

La publicación cuasi literal del encuentro mantenido en su día (no lejano) entre el todavía titular de Hacienda, Cristóbal Montoro y el que fue su jefe en el PP y en el Gobierno, José María Aznar, ha venido a poner de nuevo negro sobre blanco la catadura del que durante ocho años dirigió los destinos ('manu militari') de España.

Poco a poco se va descubriendo la auténtica faz de este 'conducator' inmarcesible que sigue sin dar explicaciones ni ante la opinión pública ni ante los tribunales de por qué cooptó a Francisco Correa ('Don Vito') para el PP, a Jesús Sepúlveda como alcalde de Pozuelo, a Rodrigo Rato como vicepresidente, a Jaume Matas como ministro, a Miguel Blesa como presidente de Caja Madrid y a un larguísimo etcétera que podría preguntar también sobre su yerno Alejandro Agag. Aznar fue el jefe político y en algunos casos protector de todos ellos. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad.

No deja de ser verdad que otro de su hombre de confianza, Miguel Ángel Rodríguez (MAR, según el mismo firmaba en sus tarjetones en los que amenazaba y exigía de todo), recibía según Luis Bárcenas “1.500.000 pesetas” en dinero negro. Él niega todo entre el jolgorio del personal; también que hiciera listas negras de periodistas durante su etapa como jefe de prensa de Aznar en Valladolid, cuando yo tengo toda la lista con nombres y apellidos. Cuando le detuvo la Policía de Madrid en la noche del 3 de mayo del 2013 tras provocar colisiones al ir conducir en estado ebriedad dijo que todo era un “montaje político” de los propios agentes… También llamó “nazi” al doctor Montes y le cayó una buena condena no sin antes insultar al juez que lo juzgó y chotearse de la cantidad indemnizatoria a la que le condenaron. Este tipo, en lugar de dar explicaciones respecto a quién vendió, por cuánto y con qué argumentos su inexistente televisión en internet, se dedica a dar lecciones de moralidad por las teles y en lugar de demostrar que la política y Aznar no le han servido para enriquecerse (yo le conocí cuando llegó de Valladolid con una mano delante y otra detrás) se dedica a vetar profesionales que pasaron por la Universidad mientras él solicitaba un título por el morro. Ni siquiera he mencionado aquí la sociedad que constituyó junto con Manuel Trapote para facturar actos al PP cuando él era director de comunicación. Y como ni en la actual cúpula del PP, ni entre los cuadros medios, ni entre los militantes decentes quieren verle ni en pintura, se dedica a sacarles 'ad hominem' la piel a tiras…Claro, porque le dejan. Todo lo que aquí afirmo son hechos, los puedo demostrar y son irrefutables. Si quiere en cualquier juzgado de España.

Es verdad también que fue Aznar el que sacó a Montoro del Instituto de Estudios Económicos (IEE) cuando Arriola le sugirió este nombre como profesor particular de Economía. Por eso sorprende que cuando la Agencia Tributaria le realizó una “paralela” en su inmortal Fazmatella S.L. el expresidente pidiera verse con Montoro. Del ministro se podrá tener la opinión que cada cual estime conveniente acerca de sus muchos años al mando de la caja pública, pero sus bolsillos son cristalinos. Creo. Y parece increíble que un exjefe de gobierno, que además es inspector fiscal de carrera, no sepa que la maquinita de la AT no entiende de oropeles solo de números. Suficiente tiene dicho ordenador con no haber detectado a tiempo unos milloncejos de FAES/Gürtel que, en cambio, si tabularon los chicos de la UDEF y que no se pudo sustanciar porque había prescrito el presunto delito.

Rodeado de viejos conmilitones hoy sentados en el banquillo o a punto de estarlo, el expresidente sigue encorajinado con casi todos menos con él mismo. Reparte su tiempo entre el palco del Real Madrid y su mansión marbellí y no ha invertido ni un segundo en ir a declarar, si quiera como testigo, en muchos de los casos que afectan a la formación que él dirigió con puño de hierro desde el 1 de abril de 1990 hasta marzo de 2004.

¡Cosas que pasan!

La publicación cuasi literal del encuentro mantenido en su día (no lejano) entre el todavía titular de Hacienda, Cristóbal Montoro y el que fue su jefe en el PP y en el Gobierno, José María Aznar, ha venido a poner de nuevo negro sobre blanco la catadura del que durante ocho años dirigió los destinos ('manu militari') de España.

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