Rajoy a Merkel: Gracias, Wolfgang, muchas gracias, Schäuble

Una de las ventajas de España como nación es que suele caer bien a los extranjeros. Especialmente a los alemanes, que al ser tan diferentes encuentran en nuestro país ese 'touch' del que ellos carecen. Ya saben, por aquello tan orteguiano de “la circunstancia”.

Realmente el máximo responsable de que no haya habido multa a España por el exceso de déficit es el poderoso y cuitado ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble, al que un atentado terrorista le postró en una silla de ruedas para siempre.

El hombre más poderoso de Europa. Dicen que la propia Angela Merkel es un remedo de lo que dice y piensa su ministro, quien conoce nuestro país desde hace más de 40 años y lo elige con precisión germana para pasar sus contados días de asueto, preferentemente en la costa mediterránea española. Tiene una relación muy especial con el ministro Luis de Guindos pero también con otros dirigentes del PP como el diputado por Ávila y jefe de Relaciones Internacionales, José Ramón García Hernández. No hay que olvidar que Schäuble es democristiano bávaro y estuvo en el germen de la antigua Alianza Popular, que devino posteriormente en el PP.

El viejo dicho de que quien paga manda está más al uso que nunca y, además, tiene su lógica y hasta su justeza. Suelen mandar los fuertes, salvo aquí

Luego vendría el siempre sospechoso Jean-Claude Juncker, que está en deuda con Mariano Rajoy por tantas cosas. Pero, sin duda, la decisión sobre la multa a España y Portugal ha dejado claro quién manda en Europa, que está en andrajos, sí, pero que subsistirá porque no hay más remedio.

Se quejan algunos de que Europa está descompensada en su poder por el norte y bailotea luego por el sur. ¿Qué quieren? Hay unos países que ahorran y producen y otros que no lo hacen o lo hacen menos. Gilipolleces demagógicas aparte, el viejo dicho de que quien paga manda está más al uso que nunca y, además, tiene su lógica y hasta su justeza. Suelen mandar los fuertes, salvo aquí, que quieren subirse al machito del poder los que pierden elecciones en un ejercicio 'chorroborresco' y ridículo.

Con ser lo anterior cierto, no lo es menos que entre seres humanos el “factor humano” existe y funciona. El caso de Schäuble y España lo confirma. Tampoco habría que abusar. Pero es algo que el gallego Rajoy no entiende. Cae personalmente mal a Pedro Sánchez y mucho más a Albert Rivera y en esas estamos, mis queridos amigos. Algo que el propio Rajoy ni entiende y le encabrita, pero esa inquina personal es tan cierta como perfectamente descriptible.

Del resto del batiburrillo, hoy mejor ni escribimos. ¡Vámonos a la piscina!