Dolors: del acierto a recular

La flamante ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, que viene de Sant Sadurní, es decir, del cava, ha tenido una oportunidad que ni pintada para avanzar expresamente en algo que inevitablemente tendrá que llevarse a cabo sí o sí: racionalizar el gasto farmacéutico que empieza a ser inasumible.

El relato de los hechos es este. Montserrat, tiene apellido de abadía, dijo que habría que estudiar la posibilidad de que los pensionistas que ganan, por ejemplo, 100.000 euros deberían pagar más por las medicinas que consumen. ¿Dónde está el delito? ¿Acaso ya ha decaído el principio solidario básico de que pague más el que más tiene que se aplica, por ejemplo, a los tributos directos? Pues resulta que cierta izquierda se ha llevado las manos al cuello. ¿Se han vuelto locos? Sí.

Pero es que la ministra, al ver que había abierto la caja de Pandora con una simple formulación de cajón, empezó a recular inmediatamente como si le diera pánico el escenario de debate creado por ella misma. ¡Mal asunto! Ha perdido una ocasión fabulosa para avanzar en sus planes de poner algo de raciocinio a un desmadre más que evidente. Si rompemos el principio básico de aporte en función de las posibilidades de cada uno, tengo para mí que la caja de Cristóbal Montoro va a criar telarañas.

En política, lo esencial, amén de un conocimiento mínimo de los asuntos, es tener coraje, aguante y determinación. Parece mentira que una ministra de Rajoy no haya entendido esto.

Todavía está a tiempo. Ser ministra tiene más glamur que vender espumosos pero también más riesgo. Es el tiempo de escoger, vehemente Dolors. Escrito lo anterior, ningún reparo en afirmar que la ministra apunta maneras. Porque dicen en mi tierra mesetaria que "una golondrina no hace verano".

Esperemos.