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Lo de la tele autonómica que tuvo 0,0% de audiencia
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Graciano Palomo

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Lo de la tele autonómica que tuvo 0,0% de audiencia

El asunto no es cuestionar la existencia de esos medios de comunicación. El tema es si el servicio público que se ofrece se compadece con el dinero que el contribuyente suelta

Foto: La retransmisión de las campanadas de Castilla y León TV no contó con presentadores.
La retransmisión de las campanadas de Castilla y León TV no contó con presentadores.

He leído en este mismo periódico que las campanadas de Nochevieja en el canal autonómico de Castilla y León —privado en manos de dos empresarios de la construcción que reciben entre 20 y 25 millones de euros de dinero público cada año— obtuvo un 'share' histórico: 0,0% de audiencia.

Una golondrina no hace verano, lo sé. Tampoco deseo hacer sangre en las primeras madrugadas del 2018; mucho menos generalizar sobre un dígito que realmente es histórico. Los audiómetros tienen estas cosas y los expertos aceptan que en ocasiones las audiencias tienen mucho resquicio que corregir. He visto y comprobado, sin embargo, que los lectores, al hilo de ese cómputo, han cogido al toro por la testuz y hablan del problema de gasto que la mayoría de contribuyentes considera exagerado.

Desde luego, habría que abrir un debate acerca de si, en efecto, esta sociedad se puede permitir las televisiones autonómicas o no

Según los datos oficiales conocidos, el conjunto de las televisiones autonómicas y locales de titularidad pública arrojan un gasto de entre 1.600 a 1.800 millones de euros anuales. A la cabeza, la catalana TV3 (en sus diferentes canales) y la ETB vasca, seguida de Canal Sur. El asunto no es cuestionar la existencia de esos medios de comunicación. El tema es si el servicio público que se ofrece se compadece con el dinero que el contribuyente suelta para su mantenimiento. Como todo en la vida, depende. En unos casos sí, en otros supuestos, no. No quisiera yo, ni puedo, cuestionar el pan de los colegas que ahí trabajan ni el talento de los mismos, que en algunos de los casos existe. En modo alguno. En el fondo, como en su día intentó Josep Borrell cuando estaba en el Gobierno, habría que abrir un debate acerca de si, en efecto, esta sociedad se lo puede permitir o no.

Desde luego, la noticia que ha surgido de TVCyL en su programación especial del pasado día 31 de diciembre no ayuda a sostener razonablemente el sistema imperante. Vuelvo a recordar que la titularidad de esa tele es privada, aunque básicamente sostenida por la subvención que les concede a sus dos propietarios legales el gobierno autónomo de aquella irredenta tierra.

Un dato para el debate.

He leído en este mismo periódico que las campanadas de Nochevieja en el canal autonómico de Castilla y León —privado en manos de dos empresarios de la construcción que reciben entre 20 y 25 millones de euros de dinero público cada año— obtuvo un 'share' histórico: 0,0% de audiencia.

Castilla y León TV3