Lo de la Ribera del Duero en 'The New York Times'

Los lectores conocen, a estas alturas de permanencia en este diario del que me siento orgulloso, que la única militancia que mantengo y de la que puedo presumir es con mi patria chica. Más que burgalés —no entiendo ni nunca podré entender la entrega sin razón de una provincia extensísima y plural a un nombre y apellido concreto— me considero de la Ribera del Duero, donde se forjó, siglo tras siglo, la mejor y más fecunda Historia de España.

Ya dejó escrito Claudio Sánchez-Albornoz, que Castilla, tierra de hombres libres, hizo España y España deshizo a Castilla. Luego Antonio Machado, con otra gran razón, dijo aquello de una tierra ayer dominadora hoy envuelta en andrajos desprecia cuanto ignora.

Pues bien, hoy, ni lo uno ni lo otro. La Ribera del Duero es conocida mundialmente por sus vinos, sus bodegas y su proyección agropecuaria. Podría serlo también por la tecnología punta que alumbra una tierra que ni siquiera tiene ferrocarril cuando lo tuvo desde tiempo inmemorial. Gentes sencillas, trabajadoras, ahorradoras que conocen el viejo dicho "aquí nadie es más que nadie", e incluso, fue la primera tierra que tuvo parlamentarismo e inventó la democracia directa al toque de campana.

Más que burgalés me considero de la Ribera del Duero, donde se forjó, siglo tras siglo, la mejor y más fecunda Historia de España

Lo anterior tendría escaso valor de actualidad si no lo enlazara con lo último. 'The New York Times', que dicen todavía es el primer y más influyente periódico del mundo, en sus 52 lugares recomendados a sus lectores para viajar en el 2018 incluye a la Ribera del Duero. Son 115 kilómetros de longitud y 35 de anchura. Es el alma lo que se recomienda.

Lo quiero interpretar como un homenaje justo, actual y de significado hacia esa legión de agricultores, viticultores, bodegueros, vendimiadores, hoteleros, etc., que dan lo mejor de sí mismos y durante siglos fueron olvidados y despreciados. Da la casualidad que son los míos.

La Ribera del Duero, lo sabe en el 'NYT', es antes que nada una región de hombres honrados.