De la corrupción en Rivas-Vaciamadrid a los insoportables vendeburras

El panorama patrio se ha convertido en un gran zoco persa del aquí te pillo, aquí te mato. Desde las televisiones del 'más periodismo' (ja, ja, ja) a los chiringuitos levantados 'ad hoc' para vender crecepelos. ¡Qué espectáculo!

Lo malo es esa degeneración de la democracia, que según la RAE es la decadencia consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos más elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder… Me revolví incómodo en el sillón cuando en el debate sobre las pensiones (diez millones), oí, por ejemplo, vender a Pablo Iglesias 60.000 millones extra que no tendrán nunca sencillamente porque no existen, salvo que se incaute de las fortunas de sus concejales, por ejemplo, en Rivas-Vaciamadrid a los que el juez Santiago Pedraz investiga en busca de contratos corruptos. Antes fue Tania, ahora sus sucesores.

Sin duda, el gran maestro de la demagogia y del arte vendeburras fue el venezolano Hugo Chávez y su 'hereu' inexportable Nicolás Maduro

Los bancos me inspiran tanto amor como al muchacho de la coleta. Pero es un hecho cierto que esos "padres, madres y abuelas que trajeron la democracia se hubieran quedado sin un ochavo de no haber rescatado la banca…". Es algo elemental. Pero está en la venta de burras viejas. Y qué decir de la tal Margarita Robles (esta mujer cada vez chilla más y se la entiende menos) perorar (en blanco y negro) sobre la reforma de las pensiones del 2013 que hizo el PP cuando la que hizo su amado Zapatero fue infinitamente más perjudicial para el colectivo. Señora Robles, Margarita, la reforma de las pensiones que perpetró ZP, y que votó entusiasta Pedro Sánchez, no supuso un aumento del 0,25%. No. Supuso un recorte del 10 por ciento. Elemental, señora portavoz(a).

Luego vino Rivera a describir una orgía de obviedades. ¿Quién en su sano juicio, don Albert, va a aceptar lo que cobran actualmente la mayoría de pensionistas? ¿Quién? Yo no conozco a nadie. Se le olvidó un pequeño detalle: cómo, cuándo y de qué manera los pensionistas españoles tendrán una pensión "digna". ¡Venga, venga!

Sin duda, el gran maestro de la demagogia y del arte vendeburras fue el venezolano Hugo Chávez y su 'hereu' inexportable Nicolás Maduro. Tiene su principio y su fin. El fin está próximo. Hasta los militares corruptos y corrompidos saben que ya no queda ninguna salida. Democracia, democracia.