Es noticia
La vuelta del líder leninista
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

La vuelta del líder leninista

Se mire por donde se quiera, Pablo Iglesias es un caso para el estudio. A favor y en contra. Su abigarrado ego debe estar ya suficientemente satisfecho

Foto: Pablo Iglesias junto a Irene Montero. (EFE)
Pablo Iglesias junto a Irene Montero. (EFE)

Se mire por donde se quiera, Pablo Iglesias es un caso para el estudio. A favor y en contra. Su abigarrado ego debe de estar ya suficientemente satisfecho.

Todo el mundo da por hecho que el 28-A “Podemos” conseguirá como mucho el mismo porcentaje de votos que en su día tuvo Julio Anguita con Izquierda Unida y menos de lo que cosechó Santiago Carrillo y su PCE. Todo el mundo dice saber que el derrumbe del movimiento pablista/irenista es una realidad. Quiero comprobarlo.

Lo que parece claro es que en Iglesias/Montero cuando no se vive como se predica al final las cañas se tornan en lanzas. Pero debo escribir acto seguido que sus monumentales errores –ese es el primordial- se castigan con liviandad y que su suelo, pese a todo, es sólido.

Probablemente, Sánchez consiga que vuelvan al redil del PSOE muchos de los votos que se perdieron tras el 15-M; sin embargo, no será menos cierto que si consigue mantener el poder las contradicciones entre lo que está prometiendo y lo que dará permitirá de nuevo volver a las andadas y esa izquierda radical (que viene de raíz) buscará otros lugares en los que cobijarse.

Siempre he mantenido que Podemos es Pablo Iglesias con algunas adherencias escasamente significativas. Errejón no fue nunca otra cosa que una cara más amable y un discurso florido. Nadie con capacidad para levantar bandera decisiva en un proyecto nacional.

Supongo que tras su regreso Pablo Iglesias comenzará a mover todos los braserillos. De todos ellos el más interesante es ver cómo enfrenta a Pedro Sánchez que al fin y a la postre ha sido más listillo que el genuflexo ante eso tan moderno como la momia de Lenin.

Se mire por donde se quiera, Pablo Iglesias es un caso para el estudio. A favor y en contra. Su abigarrado ego debe de estar ya suficientemente satisfecho.

Julio Anguita