:format(png)/f.elconfidencial.com%2Fjournalist%2Ffc4%2F0d0%2F16d%2Ffc40d016d74ec520b85186ace1a06c0a.png)
Palo Alto
Por
El lobo ya baja del monte: 4.000 a la calle de golpe (Santander)
Se viene hablando de la recesión/crisis, crisis/recesión, que volverá a golpear a las capas más desfavorecidas y pobres de la cuarteada sociedad española. Nadie parece creerlo
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4f1%2Fed5%2Fe7e%2F4f1ed5e7e3397d965b0973901c8492d0.jpg)
En el país de Europa con más "alzhéimer colectivo" —terrible y pavorosa enfermedad— el grado olvidadizo alcanza caracteres dramáticos. Lo hemos visto, sin ir más lejos, en las recientes elecciones legislativas del 28-A. Aquí, lo importante es la última y más ingeniosa chacota, sin reparar en gastos; dejando de lado los grandes asuntos que afectan de plano a los ciudadanos y contribuyentes a los que parece importarles una higa que los que les han arruinado dos veces puedan hacerlo una vez más.
¡Allá cada cual! Un pueblo libre tiene entre sus prebendas poder escoger la soga con la que quieres bambolearse en cualquier árbol.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6af%2F2eb%2Fa6c%2F6af2eba6cc219d5d7167fff6b13639ec.jpg)
Se viene hablando de la recesión/crisis, crisis/recesión, que volverá a golpear a las capas más desfavorecidas y pobres de la cuarteada sociedad española. Nadie parece creerlo. Pues bien, la semana que termina anunció que el Banco de Santander, la primera institución financiera de España y una de las grandes del mundo, no tuvo reparo en anunciar que pondrá en la calle a 4.000 empleados y cerrará de paso centenares de oficinas. Para muestra un botón. Hay que recordar que en el 2008 primero vino el 'crack' financiero a nivel mundial y luego una recesión de caballo. Esto ha sido olvidado por una mayoría de españoles que ahora mismo hacen cuentas y el canguelo brujulea por sus piernas.
Las administraciones no solo no ayudan, sino que joden: más papeleo, más controles, más impuestos, más tasas, más rigideces
Hay muchas empresas —grandes, pequeñas y medianas— que ya están ojo avizor en cuestiones de ERE porque algo aprendieron de la gran crisis de la que todavía no se han recuperado. Las administraciones no solo no ayudan, sino que joden: más papeleo, más controles, más impuestos, más tasas, más rigideces en definitiva.
Estos avisos son algo habitual en este rincón de Palo Alto. En ocasiones solo recibo descalificaciones e insultos.
Quién ríe el último suele reír mejor. Y bien que lo siento.
En el país de Europa con más "alzhéimer colectivo" —terrible y pavorosa enfermedad— el grado olvidadizo alcanza caracteres dramáticos. Lo hemos visto, sin ir más lejos, en las recientes elecciones legislativas del 28-A. Aquí, lo importante es la última y más ingeniosa chacota, sin reparar en gastos; dejando de lado los grandes asuntos que afectan de plano a los ciudadanos y contribuyentes a los que parece importarles una higa que los que les han arruinado dos veces puedan hacerlo una vez más.