La 'gauche espagnole' promueve la división entre ciudadanos ('Le Monde')

El pasado día 14, Bárbara Loyer, publicaba en el diario francés 'Le Monde' un vasto artículo titulado textualmente "La gauche espagnole promeut la division entre les citoyens" que traducido para el cursi de todas las semanas significa justamente eso.

'Le Monde' —otrora biblia mediática de la izquierda mundial— tiene un marcado acento prosocialista desde su fundación y hubo un tiempo en el que para ser alguien en la escena internacional o aparecías en el rotativo galo o eras un aldeano.

Loyer, escribe esto: "El que siembre nacionalismo recoge nacionalismo. Es extremadamente preocupante ver que toda la izquierda española considera hoy en día que este retorno de España hacia la afirmación de las identidades territoriales es "progresista".

Continúa: "Con esta investidura, el PSOE, así como la izquierda radical de UnidasPodemos y sus aliados, admiten como aceptable el ideal nacionalista/separatista de liberar a estas regiones de cualquier solidaridad con las menos ricas de España, o el de llegar a situaciones monolingües en catalán y en vasco. No tienen ningún problema en hacer converger su lucha con los representantes electos nacionalistas que trabajan incansablemente para establecer fronteras en la mente del pueblo, no se privan de palabras racistas ni de honrar a los asesinos de ETA... La promoción de la división entre los ciudadanos españoles se presenta como un progreso democrático...".

Añade: "La izquierda española parecer creer que ese es el camino a seguir, que la Unión Europea se consolidará con esta explosión de identidad, las complejidades de la situación española deben ser debatidas porque reflejan las profundas contradicciones que atraviesan nuestras democracias europeas...".

Bárbara Loyer, nueva facha, como el bueno de Rubén Amón y doce millones más de españoles.

'Le Monde', es el diario de corte editorial izquierdista, cuyo editorialista histórico fue François Mitterand, aquel presidente francés jacobino, 'of course', que cometió el gran error de gobernar primigeniamente a la llegada al Palacio del Elíseo con los comunistas. A los seis meses, rectificó. ¿Recuerdan? No.