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¿Qué teme el Gobierno? ¡Libertad!
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Graciano Palomo

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¿Qué teme el Gobierno? ¡Libertad!

Desde la fiscal del TS, Consuelo Madrigal, al exmagistrado del TC, Manuel Aragón, creen que el Gobierno utiliza la paralización de España para fines ajenos a salvar vidas

Foto: Vecinos del madrileño barrio de Salamanca se manifiestan contra el Gobierno. (EFE)
Vecinos del madrileño barrio de Salamanca se manifiestan contra el Gobierno. (EFE)

Hay, sorprendentemente, jueces en ejercicio —que compatibilizan la firma de sentencias con proclamas partidistas en televisiones y medios de referencia ideológica— que se escandalizan y piden perseguir a colegas de más prestigio y solvencia. Aquellos que desde el argumento constitucional y el derecho comparado ponen en solfa el confinamiento sinfín que el gobierno socialextremista ha decidido 'sine die' para 47 millones de teóricos ciudadanos libres.

Foto: Fachada del Tribunal Constitucional. (EFE)

Un exjuez que creíamos probo manda ahora 'manu militari' al ejército de guardias civiles y policías a atemorizar a ciudadanos hartos de estar hartos. Utilizando ora la delación, ora el abuso. Algo raro, muy raro, está sucediendo. En los albores predemocráticos hubo una palabra que inundó todos los rincones de España desde Finisterre al Cabo de Gata: ¡Libertad!, ¡libertad!, ¡libertad! Justo la misma que ahora resuena por esos mismos rincones.

Ni siquiera habría que tomar en consideración el millón de multas que los agentes uniformados de Marlaska han puesto al más de dos por ciento de la población. Si han infringido la norma que lo paguen. Punto.

Pero la pituitaria dice que hay algo más detrás de tanta 'prisión' domiciliaria. ¿A qué tiene pavor el Gobierno? Desde la fiscal del Tribunal Supremo, Consuelo Madrigal, una alta funcionaria del Estado respetada y respetable, al exmagistrado del Tribunal Constitucional nombrado por Zapatero, Manuel Aragón, al presidente del TSJ de Castilla y León, José Luis Concepción, consideran que el Gobierno utiliza la paralización de España para fines que nada tienen que ver con salvar vidas. La lista de prestigiosos juristas, académicos, líderes de la sociedad civil que navegan en la misma dirección es interminable.

Lo que teme el gobierno socialextremista es que el pueblo recupere su voz y que exprese por corto y por derecho, a ser posible en las urnas, lo que realmente piensa de su gestión, de su gasto manirroto e ineficaz llenando las buchacas de los amigos de Illa, de su soberbia antidemocrática, de los muertos sin contar y de sus mentiras.

¡Libertad! ¡Libertad!

Hay, sorprendentemente, jueces en ejercicio —que compatibilizan la firma de sentencias con proclamas partidistas en televisiones y medios de referencia ideológica— que se escandalizan y piden perseguir a colegas de más prestigio y solvencia. Aquellos que desde el argumento constitucional y el derecho comparado ponen en solfa el confinamiento sinfín que el gobierno socialextremista ha decidido 'sine die' para 47 millones de teóricos ciudadanos libres.

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