Cautivo y encantado...

En efecto. Pedro Sánchez ya tiene sus primeros Presupuestos Generales tras dos años y medio en el poder. Ha reunido entorno a su mesa camilla —previo pago, 'of course'— a todo aquello que es algo en el "Frankenstein".

Lo ha hecho contra los criterios de los expertos macroeconómicos domésticos y foráneos; contra la opinión de la Unión Europea —subir impuestos en las actuales circunstancias es algo propio de locos infantiloides que chapotean en la más supina ignorancia—; contra aquellos pueden crear y hacer progresar la economía productiva (emprendedores y empresarios); contra las clases medias y, en fin, contra la oposición parlamentaria que, sumada en votos populares, supone como mínimo la mitad de la sociedad española.

La realidad es la que es. Insisto, Sánchez se ha garantizado tres años más de mandato ocurra lo que quiera ocurrir. Esta es, sin duda, la realidad "política". Ya veremos si ella se compadece con la realidad social, la realidad económica, la realidad transnacional europea y, finalmente, los mercados internacionales que en un mundo globalizado dictan más sentencias que lo que pueden firmar esos dos grandes estadistas (sin par) llamados Otegui por lo euskaldún y Rufián por lo catalán/andaluz.

Opinión

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Ignacio Varela

Sánchez está encantado y cautivo. De lo primero hace gala a diario y cada segundo; lo segundo permanece ignorante. Es un dramón con ribetes caribeños que pudiera terminar en tragedia. Porque las colas del hambre continúan su ensanche y las clases medias dejarán de existir definitivamente, aunque cierto es que, como tales, ya quedaba muy poco.

Sánchez&Redondo, quizá debiera escribir en orden distinto, Redondo&Sánchez, tienen lo que han buscado desesperadamente. Lo tienen. Aceptando de buen grado el rodillo brutal a su vez impuesto por cuanto secesionista y disgregador pasaba por ahí. No hace falta ser un exmáster por Harvard para percatarse que esas cuentas públicas no resisten el mínimo confronte con la calculadora. Con una caída del PIB por encima del 12% pretenden recaudar 30.000 millones más que cuando la economía crecía al 3%. Es de absoluta broma. Pudiera ser que la nueva aliada del gobierno "socialcomunista" (expresión que el propio Pablo Iglesias utilizó en sede parlamentaria hace tan solo unas horas para definir el gabinete del que es vicepresidente), es decir, la tal Ana Patricia Botín, presidenta del Grupo Santander, les hubiera confirmado que el agujero en las arcas públicas lo llenará con recursos provenientes de su bolsillo. Tendrá que ser de su bolsillo porque la entidad que preside (en mala hora) cada día vale menos en los mercados y las perspectivas no son precisamente halagüeñas.

Con una caída del PIB por encima del 12% pretenden recaudar 30.000 millones más que cuando la economía crecía al 3%

Quedamos, por tanto, que el señor presidente del Gobierno está encantado. Y seguirá en ese predio mientras el machito aguante. Quedamos, asimismo, que está cautivo, entre otros, de Otegui, Rufián, Urkullu y Puigdemont. Naturalmente, totalmente cautivo y con grilletes de Pablo Iglesias. Pero este ya no le quita el sueño porque ha terminado por mimetizarse tanto con él y su proyecto "plurinacional y fraternal" (sic) que las históricas siglas del PSOE pueden ahorrarse letras para definirse con UP.

Está por ver, queridos amigos, si el encanto resiste tanto cautiverio… Antes tendrá que pasar la prueba de la realidad.