Bárcenas, el gran chollo

La corrupción en el PP existió. De forma inaceptable y escandalosa. Gürtel (Correa) y Bárcenas son dos caras de una misma moneda. Los dos pagan sus delitos y los otros también. Como debe ser y como exigen la concepción ética y sus derivados. Por esta película en tres entregas en doce años, con tan impresionante impacto mediático, cayó un Gobierno entero, colocó en el rincón de la Historia a su presidente, cambió abruptamente el devenir de la nación, dejó al centro-derecha para el arrastre y, finalmente, permitió que decidieran el destino de 47 millones de ciudadanos separatistas, nacionalistas, populistas y exetarras.

Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad. Pues bien, así el gran delincuente, el hombre que amasó no menos de cien millones de euros (50 de ellos en una cuenta en Suiza) simplemente con ser un funcionario en la oficina central de un partido mayoritario, todavía es el gran "chollo" para aquellos que tratan de impedir que surja una alternativa posible y presunta. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad.

Lo que me sorprende del inquilino de Soto del Rea es que haya tardado una docena de años en abrir sus papeles y su boca. Resulta que el hombre que fue funcionario –y hasta senador– toda su vida desconocía cómo funciona esto de la política, máxime cuando has caído en desgracia. Ignoro si, al final, cuando Rosalía comparte su destino carcelario, ha pactado con la fiscalía a cambio de decir lo que dice saber. Lo único que sé es que robó a la sociedad, robó dinero y dignidad a centenares de miles de militantes y colocó al país en una situación desesperada.

Alguien dice que es la "voz de un delincuente…". Sí, claro, pero la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. El jefe de Gobierno que huía de los "líos" resulta que, al final, al no poder, querer o saber pegar un tajo se ha encontrado con un "lío" enorme.

La corrupción existió, sin duda, como los ERES, Filesa, Malesa, Time Export y las financiaciones irregulares de otras formaciones hoy en el Gobierno. No voy por ahí; al final, cualquier ciudadano medianamente informado se ha hecho ya cabal idea de lo que ocurrió durante tantos años en el PP.

Lo que pregunto al hilo de la actualidad es esto. ¿A quién interesa mantener viva la voz de un delincuente? ¿'Qui prodest'?

Pues eso.