14-F: ¿Resulta extrapolable al resto de España?

Negar que el constitucionalismo se ha pegado ​un enorme batacazo en Cataluña el pasado domingo es tratar de justificar que Pablo Escobar fue el heredero directo de Simón Bolívar.

¿Resulta un argumento exculpatorio el hecho cierto de que casi la mitad del censo electoral hizo una peineta a las urnas? No. ¿Desmerece el resultado el hecho cierto de que no se daban las circunstancias objetivas para llevar a cabo una consulta electoral dentro de un territorio de la Unión Europea? No.

Escrito lo anterior, no parece muy aconsejable extrapolar el resultado catalán del 14-F a una eventual elección general en el resto de España. Cierto es también que el Gobierno, especialmente Redondo, ha conseguido potenciar a los que hasta hace poco consideraba 'extrema derecha' frente a la única posibilidad cierta de alternativa al Gobierno 'Frankestein'. Cierto es también que el retorno de Bárcenas vuelve a poner plomo en las alas de la gaviota, otrora rutilante.

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Podría parecer escasamente objetivo afirmar que lo ocurrido en Cataluña —siempre territorio comanche para el centroderecha español, salvo con el interregno de la Inés más fresca e inteligente— puede reproducirse en el resto del territorio nacional. El centroderecha y la derecha son a día de hoy mayoría sociológica en cualquiera de esos territorios que no votaron el pasado día 14 de febrero. Otra cosa es que mientras la división entre Partido Popular, Ciudadanos y Vox siga en activo, cosa que se agita con obscenidad desde las propias calderas del Gobierno, la permanencia del Doctor y sus ganapanes está asegurada.

El resto es fácil de colegir y aun de sustanciar.