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Graciano Palomo

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La fantasía comunista

Me sorprende ver en la Gran Vía Madrileña a españoles enarbolando retratos de Lenin y Stalin, sí, pero lo respeto. Aquí se puede hacer ese ejercicio libre

Foto: Los secretarios generales de CCOO y UGT hablan con Enrique Santiago. (EFE)
Los secretarios generales de CCOO y UGT hablan con Enrique Santiago. (EFE)

El comunismo ha vuelto a España. Al Gobierno, el único país de la UE que tiene esta ideología incrustada en el poder, y también al debate político general.

Llegados a este punto me permito recomendar el libro 'Lenin, el inventor del totalitarismo', (La Esfera) escrito por un destacado que fue dirigente del Partido Comunista Francés, Stéphane Courtois. En esa lectura se puede encontrar algunas de las claves para entender lo que ocurre en algún partido político español de la hora actual y muy específicamente de sus dirigentes.

El gran escritor Eduardo Mendoza, militante que fue de esa causa, acaba de publicar 'Transbordo en Moscú' y a tal propósito tiene declarado esto. "Soy de la generación que se creyó la fantasía comunista…" Pueden ustedes imaginar lo que viene a continuación.

Díaz ya tiene una edad y buen dinero para poder haber visitado en su día la URSS, Cuba, la Rumanía de los Ceaucescu, Venezuela, Corea del Norte…


Este 'post' tiene su actualidad porque la flamante ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, toda la vida de militancia en el Partido Comunista de España, ha dicho sin sonrojarse esto: "comunismo es democracia e igualitarismo". Pudiera ser, señora ministra, flamante Vicepresidenta del Gobierno, pudiera darse el caso. Le pido, solo le pido, que me ponga un ejemplo en cualquier parte del mundo que quiera donde 'comunismo es equivalente a democracia e igualitarismo'. Uno solo por favor. Porque yo creo que la señora ya tiene una edad y buen dinero para poder haber visitado en su día la URSS, antes de que el pueblo enterrara el comunismo, Cuba, la Rumanía de los Ceaucescu, la Alemania de Honecker, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte… Podría ir hasta Camboya, pero entiendo que esto es demasiado para la gallega. ¿Hay libertades? ¿Existe la igualdad? Espero las respuestas de aquellos lectores que lo hayan conocido. El columnista conoció todos ellos, especialmente los de habla hispana y gran parte de aquellas naciones que formaban parte del Telón de Acero antes de derrumbarse por su propio peso. ¿Igualitarismo? ¿Viven en idénticas condiciones las 'nomenklaturas' comunistas que el pueblo? ¡Un poquito de pudor!

Enrique Santiago, secretario general del PCE, Secretario de Estado hoy, y abogado de las FARC/NARCO, defiende lo suyo y no tiene reparo alguno en subrayar que “comunismo es libertad”. Él puede conducirse aquí en libertad; los disidentes cubanos, nicaragüenses, venezolanos en sus países, no.

En cualquier caso, la Unión Europea condenó al unísono y por igual el nazismo como el comunismo. Y esta decisión también ha quedado justamente y con toda justeza (valga la redundancia) para la Historia.

Foto: Una foto de archivo de Lech Wałęsa. (Reuters)

Por eso, me sorprende ver en la Gran Vía Madrileña a españoles que no conocen ese régimen enarbolando retratos de Lenin y Stalin. Me sorprende, sí, pero lo respeto. La superioridad de la democracia es que aquí se puede hacer ese ejercicio libre y todo lo que a cualquier ciudadano le venga en gana siempre que no lo practique con violencia. Y, además, hay pan. Pregunto ingenuamente ¿se puede hacer lo mismo donde mandan los comunistas?

¿Creen que los comunistas de hoy tienen respuesta ya a la vieja cuestión planteada por el español Fernando de los Ríos a Lenin, de visita en Moscú (1920), cuando le preguntó dónde quedaba la libertad en el imperio de los 'soviet'. Lenin contestó: "¿Libertad? ¿Para qué?"

¡Libertad para vivir! ¡Y pan para comer!

El comunismo ha vuelto a España. Al Gobierno, el único país de la UE que tiene esta ideología incrustada en el poder, y también al debate político general.

Llegados a este punto me permito recomendar el libro 'Lenin, el inventor del totalitarismo', (La Esfera) escrito por un destacado que fue dirigente del Partido Comunista Francés, Stéphane Courtois. En esa lectura se puede encontrar algunas de las claves para entender lo que ocurre en algún partido político español de la hora actual y muy específicamente de sus dirigentes.

El gran escritor Eduardo Mendoza, militante que fue de esa causa, acaba de publicar 'Transbordo en Moscú' y a tal propósito tiene declarado esto. "Soy de la generación que se creyó la fantasía comunista…" Pueden ustedes imaginar lo que viene a continuación.

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