Los fácticos ya miran por su derecha

La exministra Elvira Rodríguez, mujer cabalmente de números y realidades donde las haya, confirma lo intuido: el único poder fáctico que sobrevive en España –el dinero– ha empezado 'magnis itineribus' a mirar por el retrovisor de la derecha.

Todo dentro de su más elemental lógica. El dinero se encuentra en estado de 'prevengan' hasta comprobar cómo se sustancia el reparto de los fondos europeos y si el gran timonel monclovita cumple la palabra dada de tener visión de Estado en un momento crítico. Si cae en el maniqueísmo, la arbitrariedad, o simplemente vuelve a mentir habrá llegado el momento de abandonar el silencio y salir de debajo de la mesa.

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Cierto es que no todo el dinero se conduce de la misma manera. Unos viven de la voluntad de los gobernantes –básicamente, aquellas cuyos precios están bajo regulación y, por ende dependen de la voluntad gubernamental– otros esperan con el platillo en la mano que les suelten un puñado de monedas. Finalmente, están los que pueden vivir por sus propios medios y a lo único que aspiran es que el Gobierno no les asfixie con burocracias y enreda ruedas.

Luego está el doble discurso. En privado, vomitan pestes contra un Ejecutivo malo técnicamente, que desconoce (salvo Calviño) casi todo acerca de la economía y mucho más de la economía, la empresa y su gestión diaria. En público se guardan muy mucho de levantar la voz. Hay un punto en el que no se podrá quejar Sánchez. Desde que arribó al poder la clase empresarial y el gran dinero le ha bailado el agua, le ha reído las gracias y adoptaron una posición genuflexa. Algo que no sucede en las grandes potencias democráticas del mundo, Alemania, Francia, Estados Unidos, donde el empresariado marcha con su propio paso atendiendo más a lo que necesita el país que dorarle la bala al Gobierno de turno.

Estoy seguro de que en los próximos meses, ante el cariz que toman los acontecimientos, podremos asombrarnos de quién es quién; sobre todo, quién se lleva el jurdó al río.