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Plañir de los tres tenores
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Graciano Palomo

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Plañir de los tres tenores

Los tres son gente sensata y teóricamente mimetizados con los vuelos rasantes de las gentes que los han llevado al poder

Foto: Alfonso Fernández Mañueco (d), Javier Lambán (2d) y Emiliano García-Page (2-i). (EFE)
Alfonso Fernández Mañueco (d), Javier Lambán (2d) y Emiliano García-Page (2-i). (EFE)

Son cuatro, pero uno, Puig, el auxiliar de redacción, se desmarcó hace tiempo. Ejercer de barones con tapaboca lo hacen tres y con sordinas diferentes. Actúa como líder el manchego García-Page, que heredó de su maestro José Bono el arte de estar en la procesión y repicando, aunque no se le conoce tanto patrimonio amasado mientras ejerció como político. Por cierto, que ahora se le vuelve a vincular al exministro en una extraña operación de corrupción a propósito de la empresa Tecnove.

Los tres son gente sensata y teóricamente mimetizados con los vuelos rasantes de las gentes que los han llevado al poder. Los tres lucharon para que Susana Díaz, en su día, disputara el poder socialistas a ese personaje que ya entonces consideraron altamente peligroso.

A García-Page, como digo, le ha gustado eso de ejercer de cardenal primado de los tenores huecos que dicen no secundar a su jefe de filas en asuntos harto difíciles de tragar entre sus mesnadas. Pero, al mismo tiempo, en la más estricta observancia de nadar y guardar la ropa siempre encuentra resquicios para no incomodar al 'conducator', aunque produce algún requiebro para el engaño de los más tuerzos.

A García-Page le ha gustado eso de ejercer de cardenal primado de los tenores huecos que dicen no secundar a su jefe de filas

Guillermo Fernández Vara, el extremeño domable, sigue pasos parecidos. Lo tienen más fácil porque a Extremadura llega con más dificultad el 5G y las conexiones intergalácticas siempre pasan por el poder de turno.

Al bueno de Javier Lambán, como buen aragonés, los ósculos de "Pedrito" con los separatistas le traen a mal traer; la salud no parece propia y en cierto modo, le podría traer al pairo lo que hagan sus mayores en Madrid porque no parece que quiera volver a repetir al frente de la Diputación de Aragón. Quizá por ello se echa a faltar más contundencia a la hora de reivindicar la herencia jacobina del PSOE.

Si Redondo no lo remedia dentro de dos años alcaldes y jefes regionales del PSOE tendrán que responder por lo suyo y lo del otro. Es comprensible su inquietud, pero su actitud mansurrona y borreguil no provoca otra cosa que la risa tonta en el susodicho.

Son cuatro, pero uno, Puig, el auxiliar de redacción, se desmarcó hace tiempo. Ejercer de barones con tapaboca lo hacen tres y con sordinas diferentes. Actúa como líder el manchego García-Page, que heredó de su maestro José Bono el arte de estar en la procesión y repicando, aunque no se le conoce tanto patrimonio amasado mientras ejerció como político. Por cierto, que ahora se le vuelve a vincular al exministro en una extraña operación de corrupción a propósito de la empresa Tecnove.