Navarra, en el punto de mira

El programa radiofónico de Juan Ramón Lucas ('La Brújula', Onda Cero) me ha dado ocasión esta semana de volver a Navarra, tierra entrañable, donde decidí lo que quería ser profesionalmente. Han pasado 40 repletos y abigarrados años. El joven alcalde de la segunda ciudad navarra y capital de la ribera (Tudela), periodista de oficio, lo tiene claro: el viejo Reyno Foral tiene su propia cita con su pueblo y ante el destino. No es otro que lo que siempre fue, foralista y español. Con visión propia ante el devenir de los tiempos, resistiendo las persistentes ofensivas del expansionismo nacionalista vasco.

Toquero con su aplastante mayoría —donde Bildu no tiene representación alguna— tiene que soportar el acoso mediático de los herederos de los terroristas. Comparte opinión, Ignacio Escribano, editor radiofónico, hijo de radiofonista y enamorado de su tierra navarra… "Por muchos intentos que realicen, nosotros, los navarros, hemos estado, estamos y seguiremos estando en Navarra, una comunidad con entidad propia. Se estrellarán una y otra vez. Parece mentira que no conozcan la idiosincrasia de nuestro pueblo".

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EFE

Navarra, traicionada por el socialismo de la presidenta Chivite (la gran socia del momento de Sánchez), cuenta con 10.391 km², que para la voracidad nacionalista e independentista vasca son esenciales, dada la limitada extensión geográfica de provincias como Vizcaya, Álava y Guipúzcoa. Antes de que el PSOE pactara con los 'bilduetarras' y los secesionistas, el constitucionalismo era tan mayoritario en esta tierra, señera y de enorme empuje económico; ahora, esa espita abierta por la izquierda y alejada del internacionalismo que debería caracterizar a una formación de color rojo hace concebir a los separadores esperanzas de englobar el viejo reino a una entidad política tan ficticia como vacua.

Desde los tiempos de don Claudio Sánchez Albornoz se tiene muy claro que, si Navarra cae, cae definitivamente España. Recuerdo esto porque lo 'catalino' ensombrece el resto de las cosas esenciales que están sucediendo, en presente continuo. Quizá alguien está sumamente interesado en disiparnos.