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Crepúsculo de las siglas: lo que importa es el poder
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Graciano Palomo

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Crepúsculo de las siglas: lo que importa es el poder

Poder. Poder. Poder. El resto no cuenta o importa poco. Desde el poder se maquillan los hechos consumados —algunos irreversibles— en aras a la transformación radical del país

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Mallorca. (Reuters)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Mallorca. (Reuters)

Tengo mis dudas acerca de que el actual mandatario sea un "socialista radical", un heredero de Largo Caballero o un mal plagiario de Bakunin. Lo conocí en sus años mozos (tertuliano, concejal y poco más) y nunca me pareció que fuera algo semejante. Sinceramente. Más bien socialdemócrata desteñido tirando a 'liberaloide' en asuntos económicos.

Eso es lo que percibí. Lo que sobrevino más tarde no ha sido otra cosa que la necesidad para lo que realmente le importó siempre: el poder. Creo que ha dado pruebas suficientes de ello. Con Sánchez se inaugura una etapa, desconocida desde la restauración democrática, donde la militancia al amparo de unas siglas concretas tiene menos valor que antaño. El "ejemplo Sánchez" ha cuajado por doquier, ya sea en la extrema izquierda como en la derecha extrema pasando por el centro.

Poder. Poder. Poder. El resto no cuenta o importa poco. Desde el poder se maquillan los hechos consumados —algunos irreversibles— en aras a la transformación radical del país. Por y desde el poder se construyen relatos contradictorios, justamente los que más interesan coyunturalmente para llegar o mantener las poltronas. Se puede afirmar lo propio y lo contrario en menos que canta un gallo, sin despeinarse.

Foto: El primer ministro británico, Boris Johnson. (Reuters)

Los que llevaron al actual presidente al poder lo hicieron retorciendo alambicadamente hechos sustanciales y en pos de ese ejemplo caminan hoy los Casado, Arrimadas, Abascal y no digamos los herederos de Iglesias a los que enseñaron un día las prácticas leninistas, esto es, primero conseguir el poder y luego hablamos de lo que prometí. Que para permanecer en el poder tengo que hacerme una enmienda a la totalidad, ¿dónde está el problema? Tengo para mí, que en este sentido Pablo Iglesias demostró más dignidad que las propias herederas que se disputan su legado de poder y de dinero a dentelladas.

Tampoco es que todo esto sea precisamente un invento español. Lo hizo Obama, continuó Trump y les copió Boris Johnson. Olvidan, sin embargo, que nada que no es verdad permanece mucho tiempo. Aunque para determinados sujetos lo decisivo es llegar. Salir, cuanto más tarde mejor, y preferiblemente rica(o). Bien estudiado, el camino lo marcó el inteligente comunista chino Deng Xiao Ping, depurado por Mao y luego convertido por méritos propios en el padre de la China moderna. Su gran axioma político fue este: "Gato blanco, gato negro, lo mismo da si caza ratones…". Pues eso.

PD. Esto no es exclusivo de la vida política. Sucede en todos los estadios de la vida, incluidos los medios de comunicación. Si aposté electoralmente por una opción y no consigue el poder no hay problema. Alguien lo ocupará.

Tengo mis dudas acerca de que el actual mandatario sea un "socialista radical", un heredero de Largo Caballero o un mal plagiario de Bakunin. Lo conocí en sus años mozos (tertuliano, concejal y poco más) y nunca me pareció que fuera algo semejante. Sinceramente. Más bien socialdemócrata desteñido tirando a 'liberaloide' en asuntos económicos.

Socialdemocracia Barack Obama