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Los trucos de Yolanda Díaz
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Marta García Aller

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Los trucos de Yolanda Díaz

'Derogar' está convirtiéndose en un significante vacío que se utiliza como un sinónimo confuso de reformar, pero a Yolanda Díaz le resulta práctico para tapar la división interna

Foto: Yolanda Díaz. (EFE)
Yolanda Díaz. (EFE)

El rapero Kayne West ahora se llama Ye. Mark Zuckerberg prepara un nuevo nombre corporativo para Facebook que podría conocerse en los próximos días. Y Yolanda Díaz aún no ha desvelado cómo se llamará su plataforma de izquierdas con la que planea concurrir a las elecciones, pero todo apunta que no será Podemos. Cambiar de marca para impulsar una nueva imagen o relanzar una carrera no es nada original. Tampoco está claro que sea del todo útil. Pero no hay duda que está de moda.

A diferencia de la compañía de Mark Zuckerberg, la izquierda a la izquierda del PSOE tiene la ventaja de que para la nueva etapa contará con un nuevo liderazgo, lo que hará más verosímil creerse un cambio más allá del 'rebranding'. La desventaja para Yolanda Díaz, a quien Pablo Iglesias nombró su sucesora, es que para refugiarse de todos los problemas de su organización, que van en aumento, Podemos no tiene a mano un metaverso.

Sea o no un hito tecnológico, tal vez logre que se hable menos de sus problemas internos

El metaverso es el nuevo invento que Zuckerberg quiere utilizar para escapar de la realidad en la que a Facebook le crecen los escándalos. El gigante corporativo espera reencarnarse en una experiencia digital más inmersiva que combina internet, realidad virtual y aumentada. Está creando un nuevo mundo paralelo confiando en que sea un negocio menos problemático que sus redes sociales, o, al menos, cambie el foco de atención y le mantenga un rato a salvo de los últimos escándalos. Sea o no un hito tecnológico, tal vez logre que se hable menos de sus problemas internos.

Cuando para Díaz 'derogar íntegramente' era irresponsable

Cambiar de nombre no es el único truco para empezar una nueva etapa o tapar un problema. También puede resultar útil vaciar de significado uno ya existente. Elíjase para ello una palabra o un asunto que resulte familiar, a ser posible suene bien, y nadie tenga muy claro lo que signifique. Repítase hasta la saciedad. ¿Qué quiere decir ‘derogar la reforma laboral’? ¿Y qué entendemos por ‘íntegramente’?

Entre las resistencias a hablar de derogar íntegramente la reforma laboral hace no mucho estaba la propia Díaz. La ministra de Trabajo huía de esa simplificación y abogaba por los matices cuando, en enero de 2020, nada más llegar al cargo, decía que "a veces volver atrás no tiene mucho sentido", en referencia a regresar a la legislación laboral de Rajoy de 2012. Era cuando Díaz prefería hablar de legislar “con la mirada en el tiempo actual”, que es lo que ahora dice Sánchez. En aquellos primeros días de gobierno, ella misma reconocía en una entrevista que “técnicamente no es derogable toda la reforma laboral”, cuando hay tantas normas implicadas. Y añadía: “Sería irresponsable si dijera esto”.

Antes, Díaz huía de la brocha gorda, ahora le resulta práctica para tapar momentos de confusión

Irresponsable o no, por utilizar la expresión de Díaz, hablar de ‘derogar íntegramente la reforma laboral’ lo que sin duda sí que resulta es útil para ella en estos momentos. Al fin y al cabo, ‘derogar’ está convirtiéndose en un significante vacío que se utiliza como sinónimo confuso de reformar. Antes Díaz huía de la brocha gorda, ahora le resulta práctica para tapar momentos de confusión.

Yolanda Díaz había dejado de utilizar últimamente la palabra ‘derogar’ durante las negociaciones de la legislación laboral. Ahora que necesita marcar distancias con el PSOE y dejar claro que va a pelear por mantener el control de la reforma laboral, la ministra de Trabajo vuelve a hacer hincapié en la promesa de la derogación, signifique lo que signifique. Lo hizo en la clausura del congreso de CCOO al grito de presidenta, presidenta: "Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias, que las hay y son muchas, compañeros", decía la vicepresidenta. Era fácil entenderlo como una referencia a la vicepresidenta Nadia Calviño.

La vicepresidenta Díaz y previsible futura candidata del partido antes conocido como Podemos necesita cimentar su liderazgo. Necesita un metaverso donde el consenso interno es posible, aunque sea solo virtual, para esquivar la creciente división interna dentro de Podemos y dentro de la coalición. Aunque sepa que arreglar el mercado laboral español no pasa por volver atrás, sino por legislar para corregir sus defectos. Pero esto no cabe en una pancarta.

Hablar de la derogación de la reforma laboral le permite a Díaz distanciarse de las polémicas internas de Podemos

Podemos anda dividido interna y externamente. Internamente por las grietas derivadas del enfrentamiento con la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, a quien amenaza con una querella por prevaricación tras la retirada del escaño al diputado Alberto Rodríguez. La falta de apoyo interno a este desafío, por parte de la vicepresidenta Yolanda Díaz y del ministro Alberto Garzón, líder de IU, ahonda en esa crisis interna en la que la bicefalia con Ione Belarra está cada vez menos clara.

A esta tensión dentro de sus propias filas se suma la tensión de Podemos con el PSOE dentro de la coalición de gobierno. Y el intento de escenificar un giro al centro de Pedro Sánchez desde el Congreso del PSOE se junta con la necesidad táctica de eclipsar el protagonismo que está logrando Yolanda Díaz. Hablar de la derogación de la reforma laboral le permite a Díaz distanciarse de las polémicas internas de Podemos y le sirve además para enfrentarse a Calviño en el momento en que Moncloa cierra filas con ella para que lidere la negociación de la reforma laboral que también ha pactado con Bruselas.

Así que Yolanda Díaz ya tiene un metaverso. La apelación a derogar íntegramente la reforma laboral le permite prometer una realidad paralela en la que España dejaría de tener más de tres millones de parados con solo derogar una norma de 2012. Antes de esa reforma España ya tenía un mercado laboral enfermo que duplicaba la tasa de paro de la OCDE. Pero ya hemos aprendido que a los metaversos no se les pide que resuelvan los problemas reales, solo que nos ayuden a evadirnos de ellos.

El rapero Kayne West ahora se llama Ye. Mark Zuckerberg prepara un nuevo nombre corporativo para Facebook que podría conocerse en los próximos días. Y Yolanda Díaz aún no ha desvelado cómo se llamará su plataforma de izquierdas con la que planea concurrir a las elecciones, pero todo apunta que no será Podemos. Cambiar de marca para impulsar una nueva imagen o relanzar una carrera no es nada original. Tampoco está claro que sea del todo útil. Pero no hay duda que está de moda.

Yolanda Díaz Pedro Sánchez Nadia Calviño Ione Belarra