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La fachosfera existe
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Verónica Fumanal

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La fachosfera existe

Todos los que intentan desmontar el concepto contribuyen a hacerlo más grande. Se han convertido en los peones que la estrategia de Sánchez necesita para que la gente lo identifique

Foto: Manifestación convocada por el PP en Madrid. (EFE/Víctor Lerena)
Manifestación convocada por el PP en Madrid. (EFE/Víctor Lerena)
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Basta realizar una simple búsqueda en internet para demostrar la efectividad del mensaje. Tecleo fachosfera y a continuación aparecen periodistas, opinadores, editoriales respondiendo a la provocación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El día después de que el PP congregara a miles de españoles que siguen bramando contra la amnistía que se aprobará presumiblemente hoy en el Congreso, sus principales creadores de opinión están hablando de lo que quiere la Moncloa. Y me tendrán que reconocer que en esto hay un mérito estratégico evidente.

Recojo algunos de los titulares de ayer lunes, 29 de enero: “La fachosfera de Sánchez”, “La fachosfera en domingo”, “La fachosfera de Sánchez y la legitimidad de su Gobierno”… Todos los medios con más cercanía al centroderecha, derecha y extrema derecha contraargumentando una palabra, un concepto inventado que han puesto en circulación desde el gabinete del presidente como un día hicieran con “el trifachito” o “la foto de Colon”. La realidad es que la palabra ha conseguido su objetivo, popularizarse entre aquellas personas que generan opinión o que, al menos, ponen en circulación una determinada manera de ver el mundo.

Obviamente, todos los contenidos que intentan desmontar el concepto fachosfera están contribuyendo a difundir la buena nueva. Están popularizando el concepto y, por lo tanto, incorporándolo al diccionario de la política mediática española. Además, todos aquellos que están intentando desmontarlo con más virulencia provienen de un mismo espacio mediático, bien alejado de los postulados del presidente, lo que puede generar un efecto de confirmación: mira cómo ellos mismos se retratan. Por último, seguramente sin querer, estos aludidos son los primeros promotores de la táctica presidencial, que se hable de la fachosfera más y de la amnistía menos. Misión cumplida.

George Lakoff, el gran teórico de los marcos, afirmó que aquellos que no saben generar un marco narrativo propio y que se dedican a negar el del adversario nunca ganarán la batalla. Él lo llama “la estrategia de la autoderrota”. La argumentación es la siguiente: si se asume la cosmovisión del adversario, aunque sea para negarla, el marco que prevalecerá es el del rival y, por lo tanto, la tuya está condenada al fracaso. Es justamente lo que está sucediendo en las primarias republicanas de EEUU; el marco impuesto por Donald Trump es el que impera en la narrativa republicana, y todos los que la niegan o la copian están condenados al fracaso.

Intentan desmontarlo quienes están alejados de los postulados de Sánchez, lo que puede crear un efecto de confirmación: mira cómo se retratan

Por lo tanto, todos aquellos que desde hace unos días están intentando desmotar el concepto, a lo único a lo que contribuyen es a hacerlo más y más grande. Sin quererlo, se han convertido en los peones que la estrategia de Sánchez necesita para que la gente identifique la fachosfera sin que él haya tenido que señalarlos, porque ellos mismos levantan la mano.

¿La fachosfera existe? En política, nada existe hasta que alguien con autoridad, influencia y liderazgo lo advierta entre su grupo social, ideológico y partidista, y este grupo lo asuma. Me explico, ¿existió la casta y ahora ya no existe? Casta es otro término que hizo fortuna popularizado por Podemos en el año 2015. Hasta el momento, la palabra tenía connotaciones sociales y políticas en otras sociedades, pero no en la española. En aquel momento, la palabra casta se utilizaba en todas las tertulias y contenidos políticos, para reafirmarla o desmentirla; sirvió para definir a los políticos de los partidos tradicionales como una especie de privilegiados y corruptos que hacían y deshacían a espaldas del “pueblo”. Hoy ya nadie utiliza la palabra casta, los primeros en dejarla de utilizar fueron aquellos que la crearon; una vez llegaron a las instituciones, era muy difícil seguir diferenciándose de la casta.

Otro constructo narrativo y retórico es constitucionalista. Este concepto fue creado por Ciudadanos para definir a los partidos y personas que defienden la Constitución como reacción a la palabra independentista. A pesar de que fue Albert Rivera quien lo lanzó y popularizó, el concepto le ha trascendido y hoy se sigue utilizando, aunque él ya no esté en política y Ciudadanos tenga un posicionamiento electoral y mediático residual. Constitucionalista sigue estando vivo en el espacio mediático, porque los actores políticos lo siguen utilizando para dibujar una sociedad, para evidenciar un conflicto entre dos formas de ver nuestro país.

Por ello, hoy la fachosfera existe. Y no es porque el concepto lo haya utilizado Sánchez o porque haya o no una especie de confabulación contra el Gobierno o porque existan medios que todo lo que huela a gubernamental lo critiquen sin más. Hoy, la fachosfera existe porque entre todos estamos contribuyendo a dibujar su perímetro, a popularizar el concepto, aunque sea negando su existencia. Nada garantiza que esta palabra vaya a acompañarnos durante mucho tiempo en el espacio público patrio, solamente que siga siendo utilizada por propios y ajenos.

Basta realizar una simple búsqueda en internet para demostrar la efectividad del mensaje. Tecleo fachosfera y a continuación aparecen periodistas, opinadores, editoriales respondiendo a la provocación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El día después de que el PP congregara a miles de españoles que siguen bramando contra la amnistía que se aprobará presumiblemente hoy en el Congreso, sus principales creadores de opinión están hablando de lo que quiere la Moncloa. Y me tendrán que reconocer que en esto hay un mérito estratégico evidente.

Pedro Sánchez Amnistía Partido Popular (PP) PSOE
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