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Lo de Cataluña, en clave nacional
Las lecturas no son tan evidentes, ni la gobernabilidad tampoco; las consecuencias son variables y sujetas a las próximas estrategias, sobre todo, de los partidos independentistas
Las elecciones catalanas han establecido un escenario mucho más claro de lo que apuntaban las encuestas, en la que dibujaban un escenario de ingobernabilidad autonómica. Cataluña quiere que Salvador Illa sea president de la Generalitat, o en solitario, o con las izquierdas o a través de la sociovergencia… pero quieren a Illa al frente de la Generalitat. En clave nacional, las lecturas no son tan evidentes, ni la gobernabilidad tampoco; las consecuencias son variables y sujetas a las próximas estrategias, sobre todo, de los partidos independentistas. Aquí va un análisis de los resultados catalanes en clave nacional.
En Cataluña, la amnistía funciona
Pedro Sánchez, tras los días de reflexión y las muestras de apoyo interno que la carta propició, tiene una nueva victoria que atribuirse. El PSC ha salido fuertemente reforzado con casi el 28% de los votos. Por primera vez en su historia, los socialistas ganan en votos y en escaños, que era una espinita que tenía clavada el partido. En clave nacional, Sánchez puede demostrar internamente que su estrategia funciona y que gobernar gracias al apoyo de los independentistas los ha dejado sin relato y sin fuerza electoral. Los socialistas están en disposición de recuperar Cataluña, dejando atrás todo un ciclo electoral de gobiernos independentistas, con un gobierno autonómico muy simbólico en toda España y con una figura política, Salvador Illa, que es uno de los varones más importantes para Sánchez.
De este triunfo electoral, también va a beneficiarse la precampaña electoral europea. El PSOE es un partido tremendamente emocional y la victoria de Illa ha sido celebrada por toda la organización, sin excepción, haciendo que los ánimos estén en lo alto para afrontar un nuevo cara a cara con el PP; este, sin duda, era contra Puigdemont, no contra los populares.
Carles Puigdemont ha salido ya a advertir que la negociación catalana no afectará los pactos en el congreso y que si Sánchez cumple el compromiso en el que se fraguó la amnistía, el presidente del gobierno no tiene que temer. Sin embargo, un posible acuerdo del PSC con ERC, en detrimento de Junts, podría dinamitar los apoyos parlamentarios de Sánchez, imposibilitando un acuerdo presupuestario y acelerando una repetición electoral para final de año o inicio del próximo.
En Cataluña, la moderación de Feijóo aprueba
El Partido Popular deja de ser una fuerza irrelevante en Cataluña. Alejandro Fernández aguantó el pulso de Feijóo, que quería otro candidato más moderado, y ahora podrá reivindicarse como el líder de un PP catalán que es la cuarta fuerza y que le ha sacado 100.000 votos a Vox. En clave nacional, Feijóo puede presumir de triplicar su % y de subir 12 diputados; el argumento de que el PP es marginal en Cataluña y que, por lo tanto, no puede posicionarse como una fuerza de gobierno nacional, ha pasado a mejor vida. Sin embargo, los socialistas aventajan a los populares en Cataluña en 17 puntos, diluyendo el mensaje nacional contra Sánchez y su amnistía.
La estrategia de Feijóo de ablandamiento del mensaje contra el nacionalismo ha dado mejores réditos en Cataluña que en Euskadi y a buen seguro, el líder gallego lo rentabilizará tanto como pueda para apuntalar la victoria que las encuestas pronostican en las elecciones europeas.
ERC, y ahora qué
ERC es el gran derrotado de la noche electoral, fue Pere Aragonés, que ayer presentó su dimisión, y su política de apaciguamiento desde el independentismo. Un relato que permitió a Illa alcanzar su mejor resultado, a ERC le ha llevado a las cuotas de apoyo del pre procés. La gran incógnita es qué harán los republicanos en Cataluña, si apoyarán o no la investidura del PSC, si pedirán la presidencia del Parlament… lo que es ciertamente un interrogante es cómo gestionarán este resultado en el Congreso de los diputados. Continuarán formando parte de la mayoría parlamentaria de Sánchez y Díaz o la derrota los replegará a una negativa preventiva hasta saber cuál será el nuevo papel de ERC.
Puigdemont, incombustible
Junts o lo que es lo mismo, la plataforma de Puigdemont, consiguieron aumentar su representación en 3 escaños, pero el relato de “El retorno del rey” no consiguió el efecto deseado. Ni Puigdemont fue primera fuerza, ni la suma independentista puede auparlo hasta la presidencia de la Generalitat, porque no suman, ni contando con AC. Es cierto, que Puigdemont ha dicho que se presentará a la investidura, lo que no dice es que no depende de su voluntad, sino de que la nueva presidencia del Parlament lo proponga. Y eso, dependerá de los pactos previos. En clave nacional, Puigdemont quiso enviar un mensaje de tranquilidad a Sánchez: si se cumple el acuerdo de Suiza, no hay que temer. El problema para la gobernabilidad de España es que Puigdemont interpretará que se cumple el acuerdo o no en función de sus necesidades, porque una vez esté la amnistía aprobada, podría denunciar un incumplimiento si no se dan las condiciones para el referéndum que siempre han pedido.
Comuns Sumar, cada vez más pequeños
A pesar de que Jéssica Albiach respiraba aliviada al saberse clave para un futuro tripartido de izquierdas, la lectura nacional es poco halagüeña para Yolanda Díaz. Trece mil votos menos que hace 3 años envían un mensaje de fracaso. En las pasadas elecciones catalanas de febrero de 2021, Pablo Iglesias todavía era el líder de Podemos y Yolanda Díaz no se intuía como nueva líder del espacio a la izquierda del PSOE. Tras el fracaso de las gallegas, vascas, los de Sumar tenían en Cataluña uno de sus principales feudos y apoyos, y aunque este resultado salva los muebles, no deja de minar el proyecto de Sumar que no acaba de encontrar el relato a nivel público ni el encaje a nivel orgánico.
Las elecciones catalanas han establecido un escenario mucho más claro de lo que apuntaban las encuestas, en la que dibujaban un escenario de ingobernabilidad autonómica. Cataluña quiere que Salvador Illa sea president de la Generalitat, o en solitario, o con las izquierdas o a través de la sociovergencia… pero quieren a Illa al frente de la Generalitat. En clave nacional, las lecturas no son tan evidentes, ni la gobernabilidad tampoco; las consecuencias son variables y sujetas a las próximas estrategias, sobre todo, de los partidos independentistas. Aquí va un análisis de los resultados catalanes en clave nacional.
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