Lo que España necesita son mayordomos de buque y deportistas (según el BOE)

Lo que España necesita son mayordomos de buque. Y hay cierta urgencia por atraer a frigoristas navales, caldereteros, engrasadores de máquinas de barco, mozos de cubierta y otras 15 categorías profesionales relacionadas con el mar. Son imprescindibles en todas las provincias costeras más Lleida y Madrid. Lo que también requerimos con premura son deportistas profesionales y entrenadores deportivos. Por descontado, estos hacen falta en todas las provincias e islas del Estado.

No lo digo yo, lo dice el BOE en su descripción trimestral sobre las llamadas “ocupaciones de difícil cobertura”, selección que lleva siendo la misma, palabra por palabra, desde abril de 2013 hasta este 7 de diciembre que se publicó la última. Resulta sospechoso que no haya cambiado ni una coma en ocho años, pero inquieta aún más que el inventario tenga tan poco que ver con las necesidades reales del mercado de trabajo. Me refiero a las que identifican, por ejemplo, los informes del Banco de España.

Toda facilidad es poca para traerse a un buen delantero, pero no hay ningún motivo para hacer lo mismo con ingenieros, médicos...

Aunque parece la descripción de un asunto irrelevante, el listado tiene importancia en la práctica y también en el plano simbólico. Resulta equivalente al que hay en la mayoría de los países desarrollados y se utiliza para que una empresa o institución pueda contratar a un extranjero con el fin de ocupar puestos de “difícil cobertura”. Que lo pueda hacer, además, sin alargar los plazos y sin tener que recurrir a trámites tortuosos. Todo lo que queda fuera de esta lista reservada a marineros y deportistas pasa por otra ventanilla y por un proceso más complicado en el que se necesita demostrar que no hay ciudadanos españoles disponibles y capaces de ejercer el trabajo. Del trámite se encarga además esa máquina siempre engrasada que es el Servicio Público de Empleo Estatal y/o sus equivalentes autonómicos.

Detalles como el de que se vienen requiriendo caldereteros en Lleida durante 35 trimestres consecutivos pueden llevarnos a pensar que no hay nadie tomándose esto muy en serio. Un veterano 'extranjerista' lo suele definir en términos jurídicos algo más precisos: “Es un auténtico vacile y parece que lo hacen de coña para reírse del personal”. El listado, recuerda, funcionaba relativamente bien hasta hace 10 años, cuando se empezó a restringir a causa de la crisis financiera. “Hasta entonces era muy útil y administraba cosas con sentido, como que se necesitaban odontólogos en Melilla, o técnicos industriales en Navarra”. Trimestre a trimestre, durante años se incluían categorías nuevas y se eliminaban otras, identificando los trabajos para los que de verdad había una demanda que no cubría la oferta.

TE PUEDE INTERESAR

Nos estamos quedando sin marineros, ¿es la profesión demasiado dura para los 'millennials'?

Lino Vargas

Hoy las únicas "ocupaciones de difícil cobertura" fuera del mar son los "deportistas profesionales" y sus "entrenadores", algo que describe muy bien a un país en el que todo el mundo entiende que para ser competitivos en un espectáculo deportivo (ya sea fútbol o vóley-playa, ya que el BOE no especifica nada al respecto) los clubes tienen que ser capaces de fichar con agilidad y sin trabas burocráticas. Al revés de lo que ocurre con otras actividades, como la tecnología o la investigación científica, donde al parecer es irrelevante poder atraer a los mejores. Toda facilidad es poca para traerse a un buen delantero, pero no hay ningún motivo para hacer lo mismo con ingenieros, médicos, científicos, desarrolladores, técnicos… Total, para qué, si no aspiramos a disputar ninguna Champions en estos campos.

El asunto entero es un reflejo más de la chapuza sobre chapuza, remiendo sobre remiendo, de la política migratoria española. Y de la falta de interés por sincronizarla con el mercado laboral. Más todavía si tenemos en cuenta que los extranjeros que lleven más de tres años en España pueden ser contratados ya sin pasar ningún filtro.